Aunque en el vídeo se ve de aquella manera, lo que se muestra en él es una pantalla de 9,1 pulgadas (vista con ángulo y vista desde el lateral) estirándose cuando se ejerce presión desde arriba o desde abajo de la pantalla. Según Samsung así será “la próxima generación de pantallas OLED” y anticipa entre sus aplicaciones su uso en wearables, dispositivos conectados, automoción o inteligencia artificial.
Esta pantalla es lo suficientemente elástica como para estirarse en dos direcciones, hasta un máximo de 12 mm y manteniendo en todo momento la calidad de imagen original, y recuperar por sí misma su forma original. Hasta la fecha la pantalla OLED flexible que Samsung utiliza en el Galaxy S8 y S8 Plus solo se dobla en una dirección, para acomodarse a los bordes curvos del teléfono.
Vía The Verge.