Este gadget se llama SPUD (Spontaneous Pop Up Display) y es un cruce entre un proyector y un monitor de culo de la vieja escuela que convierte la pantalla del móvil en una pantalla de 24 pulgadas sin sacrificar la portabilidad: cuando no se utiliza la pantalla SPUD se pliega como una sombrilla y ocupa más o menos lo mismo que un libro gordo. También sirve como segundo monitor para los ordenadores portátiles.
La pantalla flexible obtiene la imagen de un proyector que hay en su interior, de forma parecida a aquellas antiguas televisiones DLP gigantes. La proporción es de 16:9 y tiene una resolución máxima HD (720p), de 1280 x 720 píxeles. Se conecta al ordenador vía HDMI o de forma inalámbrica y la batería del proyector portátil tiene una autonomía de entre 4 y 10 horas «dependiendo del brillo», aunque también se puede utilizar enchufado a la red eléctrica.
Por ahora SPUD es un proyecto en Kickstarter, donde está disponible desde 340 euros. Ya ha sobrepasado por mucho la financiación que solicitaba y está previsto que esté disponible el verano que viene; o antes (y más barato) si se adelanta algún fabricante de China.