Nos enviaron una unidad de pruebas del PhotoFast CR-8800, un curioso mini-gadget que básicamente es un adaptador de tarjetas de memoria microSD con un conector Lightning de Apple. Admite tarjetas de hasta 128 GB y puede usarse para copiar y transferir archivos en ambos sentidos, a modo de dispositivo de copias de seguridad o simplemente para gestionar grandes bibliotecas de fotos, música o vídeos en tarjetas microSD.
Físicamente es muy pequeño: sus dos conectores apenas pesan 4 gramos: un Lightning macho y un microSD hembra, donde se introduce la tarjeta de memoria. Nada más enchufarlo al conector del iPhone / iPad buscará la app necesaria para que funcione; si no está instalada indicará cómo hacerlo – cuestión de unos minutos.
Una vez insertado cuenta con un versátil software en forma de app llamado iFlashDrive One que realiza un sinfín de funciones: copiar y reproducir los archivos almacenados, conectarse con servicios como Flickr, YouTube o Vimeo, grabar audio… El software es realmente potente aunque tiene tantas funciones que puede ser un poco complejo para quien no lo vaya a usar mucho. A diferencia del soft de muchos de estos gadgets está realmente cuidado en cuanto al aspecto gráfico y la interfaz.
La app cuenta entre otras cosas con soporte para archivos ZIP comprimidos, permite proteger el contenido con una contraseña (y Touch ID) y gestionar diversos servicios de la «nube» (Google Drive, Dropbox, iCloud…) También permite realizar, tras la oportuna configuración puede hacer copias de seguridad de Facebook, Instagram, los Contactos y Calendario y todo ello con un clic. En las pruebas la velocidad de escritura resultó muy rápida; hice un backup de 60 GB de fotos, música y películas a una tarjeta de 64 GB (UHS-I, Clase 10) en algo menos de una hora.
El precio del PhotoFast CR-8800 son 40 euros, pero la tarjeta microSD va aparte, que pueden conseguirse desde unos 8 euros los 32 GB hasta 40 euros los 128 GB. Con soluciones como estas tarjetas y adaptadores hay quien prefiere comprar sus teléfonos móviles mas baratos (con menos almacenamiento «de fábrica») dado que hay cierta diferencia de precio – aunque también la hay de prestaciones, naturalmente.