Hace unos meses tuve que comprar unos nuevos auriculares para salir a correr y decidí que serían unos bluetooth, y tras darle bastantes vueltas al asunto terminé por comprar unos Plantronics BackBeat FIT con los que estoy encantado.
Cuando me puse a buscar mi objetivo era dar con unos de banda rígida como los Sennheiser que utilizaba antes, ya que ningún otro de los demás sistemas se sujeción que había probado antes me había funcionado correctamente; en cuanto empezaba a moverme y sudar los cascos se me caían. Pero o no supe buscar o no hay ningún fabricante que tenga unos cascos bluetooth que formen una banda rígida por detrás de la cabeza para mantener los auriculares en su sitio.
Así que al final pedí los BackBeat FIT, con la seguridad de que si no me convencían los podría devolver, porque aunque eran lo más parecido a lo que buscaba, no eran exactamente lo que buscaba.
Los BackBeat tienen una parte bastante rígida que se coloca por encima de la oreja, una anilla flexible que presiona contra la parte de atrás del oído para que el auricular se vaya hacia el interior del canal auditivo, y una banda flexible que va por detrás de la cabeza que los mantiene unidos pero que no hace fuerza como una banda rígida… Y me llevé la sorpresa de que en este caso el diseño funciona y que los auriculares se mantienen en su sitio aunque corra y sude. Por supuesto están protegidos contra el sudor con un revestimiento P2i, aunque no son sumergibles ni nada parecido.
Los BackBeat son una especie de híbrido entre los auriculares que van sobre la oreja y los que van metidos en el canal auditivo, así que no aíslan del ruido, lo cual no es malo si estás haciendo ejercicio para no perder cuenta de lo que sucede en tu entorno, pero suenan suficientemente bien y a un volumen razonable. La parte que se mete en el oído se puede girar hacia arriba o hacia abajo en un ángulo de 20º para adaptarlos mejor a la forma de tus oídos.
Lo que suena demasiado bajo para mi gusto es la voz de la amable señorita que te cuenta si los auriculares están emparejados o no, el nivel de batería, y cosas así. El volumen de esos avisos no se puede ajustar, ni se puede cambiar el idioma (inglés), aunque en el manual vienen las traducciones de los mensajes. Quizás Plantronics se plantee sacar una actualización de firmware –se instalan desde una app disponible para Android e iOS– que corrija esto, aunque es un extremo que no he podido confirmar.
Los controles están repartidos entre los dos lados: el derecho tiene el botón de encendido y el que controla las llamadas (los Backbeat sirven como manos libres); el izquierdo lleva el control de volumen y controla la reproducción de la música (reproducción, pausa, retroceder y avanzar). Al principio me costó un poco hacerme con ellos, ya que el auricular se mueve cuando los pulsas porque no va tan metido en el oído como para no moverse, pero es sólo cuestión de cogerles el punto.
La conexión bluetooth no soporta ninguno de los protocolos de audio de alta calidad, lo que tampoco tiene mucho sentido en unos cascos como estos, y en especial si lo que vas a hacer con ellos es escuchar Spotify o mp3 que tengas en el móvil, aunque incorpora mecanismos de reducción de ruido para mejorar la calidad de este; soporta hasta ocho dispositivos, con lo que puedes usarlos también con el ordenador sin andar emparejando/desemparejando.
La carga de los Backbeat se realiza mediante micro USB en un conector que está protegida detrás de una tapa en el auricular derecho; en un par de horas están cargados del todo para una autonomía de 8 horas. El cable USB, así como una funda para guardarlos que también sirve como brazalete para llevar el móvil vienen de serie.
Como manos libres funcionan razonablemente bien, aunque al tener el micrófono en el auricular derecho la calidad de la voz para el que está del otro lado no es como para echar cohetes.
Así que, en resumen ahora están de oferta por 80€ en Amazon me parecen una buena opción si te quieres llevar la música contigo mientras haces ejercicio y no quieres enredarte con cables.