El Home Lie Detector Test es precisamente eso: un detector de mentiras doméstico que funciona enchufándolo por USB al ordenador. Los sensores se colocan en los dedos del “sospechoso” y miden cómo varían el pulso y la conductancia eléctrica —básicamente, aumenta del sudor— como reacciones corporales a determinadas preguntas.
Tal y como avisan en la web del producto, «aunque los resultados no tienen validez jurídica, pueden ser suficiente para que un adolescente confiese alguna travesura o simplemente para echarse una risas en una fiesta».
Esto es porque la fiabilidad de un polígrafo está más que cuestionada, y en general se considera que el “detector de mentiras” simplemente no funciona o funciona medioqué.
Aún así el chisme se utiliza en muchos países, aunque “la mayoría de psiquiatras, psicólogos, neurólogos, neurofisiólogos y otros científicos coinciden en que hay poca base para la validez de las pruebas de polígrafos (y) en España y en Europa en general no es frecuente su uso en los tribunales”, según se explica en la Wikipedia.
En España básicamente lo conocemos —además de por las películas— como juguete para el entretenimiento en fiestas o programas de televisión, lo cual no dice mucho a su favor.
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