Por @Wicho — 9 de octubre de 2007

Resumen muy resumido del artículo Why I Won't Buy an iPhone de Arik Hesseldahl para BusinessWeek, quien dice que a pesar de que opina que el iPhone es extraordinario y que representa un significativo paso adelante en el desarrollo de los dispositivos móviles, no se ve comprando uno por una serie de motivos:

  1. Sólo puede usar aplicaciones web. A diferencia de otros dispositivos como los basados en Palm OS, las BlackBerry, Symbian o Windows Mobile, en un iPhone no se pueden ejecutar aplicaciones locales, sólo accediendo a ciertos servicios web que pueden no estar disponibles por falta de cobertura o porque el sitio en cuestión tenga problemas técnicos. Si no te gusta el software que trae el iPhone, mala suerte, a menos que estés dispuestos a hacerle una serie de cosas que pueden invalidar la garantía. Si eres un desarrollador que tiene una idea brillante para una nueva aplicación que iría de maravilla en el iPhone, de nuevo mala suerte.
  2. La supuesta fragilidad del iPhone. Si el iPhone está basado en Mac OS X y Mac OS X es tan robusto como nos vienen diciendo desde hace años, ¿a qué viene eso de decir que si no dejan instalar aplicaciones de terceras partes es ante la posibilidad de que se estropee el teléfono o que provoquen problemas en la red de la operadora de telefonía? Desde siempre se han podido instalar programas en dispositivos que corren las plataformas ya citadas y nunca se ha oído hablar de que eso pudiera tirar una red de telefonía abajo. Eso sí que dan confianza en el iPhone.
  3. Apple está poniendo los beneficios por delante del progreso. Históricamente un factor importante en la supervivencia de la compañía y la plataforma ha sido el producto del esfuerzo de numerosos programadores que siguieron desarrollando programas para Macintosh aún cuando la cuota de mercado alcanzaba mínimos históricos. Pero claro, en el caso del iPhone el que un programador avezado consiga desbloquearlo para que se pueda usar con otra operadora distinta a la prevista le cuesta dinero a Apple y a la operadora en cuestión, lo que convierte a estos programadores en problemáticos, igual que si consiguen desarrollar una forma de instalar tonos en el iPhone que se salte la iTunes Store. Y ojo, que esto no sólo está pasando con el iPhone, sino también en los iPods, y es que por sorprendente que parezca recientemente hasta Microsoft le da una lección a Apple en este sentido, aunque habría que ver cuál sería la actitud de Microsoft si su reproductor de mp3 fuera el que tuviera dominado el mercado.
  4. Esta actitud es inconsistente con la imagen de marca de Apple. Si Apple fue creada en un garaje por dos amigos con ganas de hacer cosas nuevas, ¿por qué ahora se empeña en amenazar a aquellos que quieren hacer lo propio con un iPhone amenazándolos con la posibilidad de encontrarse con un teléfono inoperativo?
Desde un punto de vista más práctico yo añadiría la ausencia de conectividad 3G del iPhone y la falta de cosas fundamentales en su software como un gestor de tareas a los motivos para no querer una de estas «maravillas»… al menos por ahora.

(Vía TUAW.)

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