Por @Wicho — 8 de febrero de 2023

Vista frontal de los altavoces con el mando a distancia apoyado en el derecho

He estado probando durante un tiempo unos altavoces activos Edifier S3000 Pro que me prestaron las buenas gentes de Zoco City. Y he alucinado con su calidad de sonido. Claro que era de esperar porque su precio es de 900 euros, así que ya pueden sonar bien. También he de decir que aunque pueda haber escuchado altavoces mucho más caros en alguna feria esta es la primera vez en la que disfruto de unos en casa, así que tenían muchos boletos para dejarme impresionado.

Los S3000 Pro están en la parte alta de la gama de productos de Edifier, dentro de lo que denominan altavoces para estantería. Aunque no sé exactamente qué tipo de estanterías tienen los de Edifier en sus casas porque miden 356 mm de alto por 232 de ancho y 268 de fondo.

Vamos, que son bastante grandes. De hecho, si los colocas al lado de ellas, dejan pequeña a una tele 32 pulgadas; no tanto a otra de 37, claro, con la que la proporción ya es más razonable. Aunque siempre queda la opción de colocarlos sobre unas peanas y no ponerlos en la estantería o sobre la mesa.

Además pesan 10,5 kilos cada uno. Contribuye a ese peso el que que están construidos en tablero MDF de 21 mm. El acabado es negro ligeramente satinado en el frontal y la trasera así como en la parte superior e inferior; los lados van terminados en madera veteada. Unas patas en color bronce con la parte inferior de goma negra los aísla de la superficie sobre la que los coloques anulando cualquier tipo de vibración no deseada.

En el frontal montan un altavoz de bajos y medios de aleación de aluminio de alta dureza de 179 milímetros de diámetro capaz de entregar 120 vatios RMS y un tweeter de 107 milímetros capaz de dar 8 vatios, también RMS. Van cubiertos por una rejilla de tela desmontable. Su rango de frecuencias va de los 38Hz a los 20KHz. Sólo muy brevemente me atreví a darles volumen a tope para evitar crear una crisis en la comunidad de vecinos. Y he de decir que tienen potencia más que suficiente para cualquiera de las habitaciones de mi casa sin distorsionar.

Para quienes sepáis más de esto, las tripas de los S3000 Pro son un chip DAC PCM 5242 para convertir las señales digitales en analógicas; y un procesador xCore multi-core de XMOS y un chip de procesamiento de audio TI TLV320AIC3268.

Pero lo importante, como decía al principio, es que los S3000 Pro suenan muy, muy bien. Iba a escribir que increíblemente bien pero, de nuevo, son unos altavoces de 900 euros, así que ya pueden. Me preocupaba un poco que al no tener subwoofer les pudiera faltar algo de pegada en los bajos, pero no. Además, puedes ajustar la potencia de los bajos y los agudos –y el volumen– mediante unos mandos que están en la parte trasera del altavoz derecho. La ubicación de esos mandos, por cierto, es uno de los pocos detalles que criticaría de los altavoces; creo que sería mucho más cómo que estuvieran en un lateral.

Eso sí, el que suenen tan bien hace que te des cuenta de lo malo que es el audio de muchas conexiones o que veas las enormes diferencias en la producción de sonido que hay entre distintas series y películas. O lo mal que suenan algunos temas en Spotify. Claro que, por el contrario, te permiten disfrutar enormemente cuando el audio es bueno.

Entradas para todos los gustos

Vista trasera de los S3000 Pro con todos los conectores a la vistaAparte del sonido otro aspecto en el que destacan los S3000 Pro es en la conectividad. Les puedes enchufar (casi) de todo. La parte trasera del altavoz derecho tiene dos entradas de línea con conectores RCA (una de ellas a 600 ± 50mV y la otra a 800 ± 50mV); una entrada de fibra óptica SPDIF; una entrada coaxial; una entrada balanceada con conectores Canon XLR de tres pines; y una entrada USB. Además soportan Bluetooth 5.0 con codecs aptX y aptX HD. Además, vienen con cables de 3,5 mm a RCA, RCA a RCA, USB-A a USB-B y de fibra óptica.

Así, los tuve enchufados a una de las teles mediante una de las entradas en línea para el audio de los canales que recibimos por la antena y mediante fibra a un Apple TV para lo que llega por ahí; la conexión Bluetooth me permitía enviar el audio desde mi móvil o cualquier otro dispositivo que lo soportara.

En la otra tele los usé con la entrada de línea conectada a la salida RCA de la televisión para escuchar por ahí las consolas que se conectan a la tele mediante un switch HDMI; con la de fibra conectada al descodificador de nuestra operadora de cable; y de nuevo con Bluetooth para los dispositivos móviles.

El botón de volumen sirve también para ir pasando en secuencia de una entrada a otra si haces clic en él, pero, de nuevo, su ubicación no me parece la más adecuada. Aunque también puedes usar el mando a distancia para seleccionar la entrada, lo que es como infinitamente más cómodo. El mando sirve también para ajustar el volumen –no así los bajos y los agudos– y controlar la reproducción en el dispositivo Bluetooth que tengas conectado a los altavoces. Otra función del mando es seleccionar entre los cuatro preajustes de ecualización de los altavoces: monitor, que es el más neutro; dinámico; clásico; y vocal.

El mando, por cierto, es otro punto que me pareció un poco flojo en los altavoces: para la calidad de construcción que tienen, es un poco «plasticoso» y demasiado ligero. Que no es que no haga su función, ojo, sólo que me parece que desentona un poco.

La entrada y el modo de ecualización activos se indican en una pantalla situada en la parte inferior del altavoz derecho mediante unos ledes diminutos que a poco que estés un poco lejos de los altavoces te resultará imposible de distinguir; aunque siempre queda la opción de memorizar la posición de cada led para saber cual está encendido aunque no puedas leerlo.

Un detalle curioso de los S3000 Pro es que el altavoz izquierdo se conecta de forma inalámbrica al derecho, usando una tecnología que Edifier llama Kleernet. Eso te evita el cable que tendría que conectar los dos altavoces, lo que a su vez facilita su colocación. Aunque no te evitas que el altavoz izquierdo necesite un cable, pues tiene que ir conectado a la corriente; igual que el derecho, claro. No hay que olvidar que se trata de altavoces activos. Los dos altavoces ya vienen emparejados de fábrica, así que no hay que nacer nada más que enchufarlos y conectarlos a las fuentes de audio para empezar a disfrutar de ellos.

Como decía antes, son unos altavoces que cuestan 900 euros. Yo ahora mismo no estoy en el mercado para unos en esta gama. Pero por lo que he estado viendo el precio es muy competitivo. Y la calidad de sonido me hace que pueda recomendar sin dudarlo echarles un ojo –y ambos oídos– si estás buscando algo en esta gama.

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