He estado probando unos auriculares FiiO FH5. Suenan que te pasas, aunque con su precio normal ya pueden.
Se trata de unos auriculares intraaurales, así que van metidos en el oído, por lo que no serán del gusto de todo el mundo. Y como siempre con este tipo de auriculares es fundamental conseguir un buen sellado del auricular en el canal auditivo, si no olvídate de que suenen bien. Para eso los FH5 vienen con tres juegos de siliconas marcados identificados como balanceadas, vocal y bajo, cada uno en tamaño pequeño, medio y grande. También trae unas siliconas de borde doble en tamaño medio. Y por si fuera poco unas almohadillas de espuma con memoria de forma también en tamaños pequeño, medio y grande. Me sorprendió ver que las siliconas tallan pequeño con respecto a lo que estoy acostumbrado: suelo usar las de tamaño mediano pero para que los FH5 sonaran como deben tuve que ponerles las grandes.
Pero una vez hecho esto, ¡qué bien suenan los condenados! Crean un escenario muy grande dentro de tu cabeza, separando y colocando perfectamente cada uno en su sitio instrumentos y voces. Pero además lo hacen dándoles a cada uno un detalle y una claridad impresionantes. Las siliconas que usé son las balanceadas y cumplen con su nombre: tonos bajos, medios y altos suenan bien y fuerte sin machacarse.
Todo esto es gracias a tres drivers de armadura balanceada para las frecuencias medias y altas y un driver dinámico para bajos. Además tienen un tubo en forma de remolino que mejora aún más los bajos. Por si eres de números la respuesta de frecuencia va de 15Hz a 40kHz, la sensibilidad es de 112dB, la impedancia es de 19 Ω, y admiten una potencia máxima recomendada de 100mW. Su construcción además es evidentemente robusta. Con todo ello tienen el certificado Hi-Res Audio de la la Japan Audio Society, lo que viene a querer decir que son muy buenos y suenan muy bien. Por si no lo había dicho antes. Y también quiere decir que notarás lo mal grabados que están muchos temas que escuches.
Eso sí, nada de cancelación activa de ruido –aunque con un buen sellado no la necesitan– y nada de tocarlos para dejar pasar el sonido ambiente ni nada de eso. Por no tener, el cable, de 1,2 metros de longitud y con jack de 3,5 mm, también de muy buena construcción en cobre monocristalino de gran pureza y chapado en plata, por si eso te dice algo, no tiene ni controles de volumen ni micro ni nada.
Sin embargo los FH5 tienen otra baza muy interesante a su favor: tienen conectores MMCX. Esto quiere decir que puedes desconectarlos del cable que viene de serie y enchufarlos a una banda Bluetooth con mandos y micro (los estoy usando con la de los RHA T20 Wireless, de hecho). O a un cable como el Fiio iRC-MMCX, que te permite conectarlos directamente a cualquier dispositivo Apple con conector Lightning sin necesidad de adaptador y que incorpora también micro y mandos.
Remata el paquete una caja impermeable –al estilo de las de las GoPro– para guardarlos cuando estás en un entorno un tanto hostil –aunque los FH5 no tienen certificación IPX, así que cuidado– y una funda de tela para cuando estás en un ambiente más relajado.
Mi problema con los auriculares de gama tirando a alta como estos es siempre el precio; que van a sonar bien más o menos lo asumo. Y los FiiO FH5 tienen un precio de catálogo de 280 euros, lo que los coloca muy cerca de mi barrera mental de 300 euros para un gadget que sé que por mucho cuidado que ponga –y lo pongo– al final terminarán por estropearse con su uso diario normal. Claro que desde el pasado 1 de enero si los compras para tu uso particular tienen una garantía de tres años, y eso también ayuda.
Pero es que resulta que en ZocoCity (dónde no tienen ni idea de que los voy a enlazar) los tienen ahora de oferta por 200 euros, no sé por cuánto tiempo ni por qué, aunque a lo mejor es porque los van a descatalogar. Así que si buscas unos cascos que suenen muy bien y que parezcan construidos para parar un tanque, los FH5 me parecen una opción más que recomendable.
