He estado probando el Kindle Oasis, sin lugar a dudas el Kindle más chulo de la historia… si no fuera por su precio.
Como sus predecesores –y como es estándar en los lectores del libros electrónicos– el Oasis permite escoger entre varios tipos y tamaños de letra, el interlineado del texto, si éste se muestra justificado o alineado a la izquierda, y los márgenes de la página. También permite escoger usarlo en modo apaisado, aunque es curioso que a pesar de que el Oasis tiene un sensor de orientación haya que activar esta opción a mano. Y otra opción es escoger si quieres ver en qué punto del texto vas.
Se puede seleccionar cualquier palabra del texto para ver su definición el el diccionario –se pueden descargar gratuitamente diccionarios en múltiples idiomas–, buscarla en la Wikipedia, u obtener su traducción. También se pueden hacer «subrayados» de partes del texto que quieras recordar, o tomar notas que se escriben mediante el teclado que sale en pantalla.
Todo esto se gestiona mediante la pantalla táctil de 6 pulgadas con luz de incorporada, 300 ppp de resolución y 16 niveles de gris del Oasis. Se accede a todas las funciones mediante los menús en pantalla, aunque para algunas como cambiar el tamaño del tipo de letra se pueden hacer gestos como acercar o separar dos dedos a la vez sobre la pantalla; la selección de textos también se hace tocando en la pantalla.
Por cierto que el Oasis carece del sensor de luz ambiental que tenían otros Kindle anteriores, con lo que hay que ajustar el brillo de pantalla a mano.
Todas estas selecciones de texto y notas, así como el punto de lectura en el que estás se sincronizan entre los distintos dispositivos que tengas asociados a tu cuenta de Amazon, lector web incluido. Para ello el Oasis cuenta con conectividad WiFi y, opcionalmente, 3G. El 3G funciona en buena parte del mundo y sin coste extra para el usuario más allá del coste adicional que supone comprar el Oasis con la opción 3G, aunque el navegador web experimental tiene limitado el número de sitios web a los que deja acceder mediante 3G.
El Oasis soporta TXT, PDF, MOBI sin protección y PRC de forma nativa; HTML, DOC, DOCX, JPEG, GIF, PNG, BMP una vez convertidos. Esta conversión se puede hacer mediante el servicio en línea de Amazon o bien en el ordenador mediante cualquier aplicación que lo permita y luego enviarla a la cuenta de Amazon para que el documento esté disponible en todos los dispositivos, aunque también se puede conectar el Oasis por USB al ordenador y meter en él los documentos.
De hecho no es necesario disponer de una cuenta de Amazon para usar un Oasis, aunque se le saca mucho más partido con ella, tanto por la sincronización de contenidos como porque desde él se puede acceder, como es lógico a la tienda de libros en formato Kindle.
Está todo en el hardware
Pero si bien el software de a bordo es igual al de cualquier otro Kindle, lo que es muy lógico y razonable, en el caso del Oasis lo que lo pone en una categoría aparte es su hardware, en especial sus reducidos tamaño y peso.Y es que el Oasis mide 143 mm de alto por 122 mm de ancho y 3,4 mm en su parte más delgada y 8,5 mm en su parte más gruesa. La parte más gruesa que alberga la batería integrada, a la vez que la rampita que hace entre la parte más delgada y la parte más gruesa sirve para facilitar su agarre.
Así el Oasis pesa tan sólo 131 gramos (133 en la versión 3G), lo que lo hace uno de los lectores de libros electrónicos más ligeros del mercado, sino el que más. Pero la batería le dura apenas unas seis horas.
Eso mejora con el uso de la funda/batería, que viene incorporada en el precio, que permite usarlo varios días –lo de las semanas que dice Amazon es ciencia ficción– sin recargarlo, aunque por supuesto en cualquiera de los casos la autonomía también se ve afectada por el uso de las conexiones inalámbricas y de la iluminación de la pantalla. Con la funda, que se conecta magnéticamente y encaja con los conectores que hay en la «rampita» de la batería el Oasis pasa a tener casi un centímetro de grosor y a pesar 238 ó 240 gramos.
Al final, aunque usarlo sin funda mola mucho, lo práctico es tenerlo siempre con ella para no estar pendiente de la batería, aunque los mensajes de carga de la batería. Eso sí, la funda no protege especialmente bien las esquinas del Oasis frente a golpes.
Tanto el Oasis como la batería se cargan en unas tres horas a través del puerto micro USB del lector, que se puede cargar sin tener la funda batería puesta, aunque la funda no se puede cargar sin estar conectada al Oasis, que se pondrá a protestar por la carga de la batería en cuanto la carga de la funda sea muy baja independientemente del nivel de carga de la batería interna.
Amazon no da datos acerca del procesador que lleva el Oasis, pero sea cual sea es lo suficientemente rápido ynunca tienes la sensación de estar esperando por el lector. La única salvedad es cuando llevas un buen rato sin usarlo y se tiene que activar para salir del reposo «profundo». Es una operación que le lleva unos seis segundos, mientras que cuando está en reposo «normal» el encendido es instantáneo.
El Oasis se activa en cuanto abres la funda o en cuanto tocas el botón de encendido, que está en la parte derecha del borde superior, aunque como el Oasis se puede usar en cualquier orientación –la pantalla se reorienta automáticamente gracias al sensor de rotación– lo de la parte superior es relativo.
Pero para mí, por mu delgado que sea el Oasis y por muy buena que sea su pantalla táctil, lo mejor del hardware de este Kindle es que vuelve a tener botones para pasar y retroceder página. ¡Por fin!
Los Kindle perdieron estos botones con la presentación del Touch en 2012, el primero con pantalla táctil, y no volvieron a tener algo parecido hasta el Voyage de 2015, en el que puedes apretar los bordes para pasar o retroceder página, aunque en mi opinión no hay nada como dos buenos botones físicos de verdad para ello.
Porque por mucho que puedas usar la pantalla táctil para ello, algo que se puede seguir haciendo en el Oasis, me parece mucho más cómodo no tener que estar moviendo el dedo hasta la pantalla para pasar página. Con los botones físicos, que tienen mucho mejor tacto que la solución empleada en el Voyage, puedes dejar el dedo puesto sobre el botón y apretar sólo cuando lo necesitas.
Por defecto el superior pasa página y el inferior retrocede pero puedes configurar eso a tu gusto –a mí me parece que la opción por defecto está al revés–. Además se reorientarán automáticamente según la posición del Oasis gracias al sensor de rotación.
Pero ese precio…
Por si no se ha notado hasta ahora, el Oasis me ha encantado, ya sea a pelo o con su funda batería. Pero le veo un gran problema: el precio. Sale por 290 euros y por ese precio te compras tres Kindle Paperwhite o casi dos Voyage, que en mi opinión ofrecen mejor relación prestaciones/precio.Aunque eso sí, si el dinero no es un problema y quieres el mejor Kindle, no lo dudes, ese es el Oasis.
(Pablo Marín nos echó una mano con las pruebas de duración de la batería).