Por @Wicho — 23 de diciembre de 2019

Kobo Libra H2OHe estado probando durante unas semanas el Kobo Libra H2O, un lector de libros electrónicos multiformato que me ha dejado muy buenas impresiones.

Se trata de un dispositivo con una pantalla E Ink Carta de 7" retroiluminada y una resolución de 1.680×1.264, lo que equivale a 300 puntos por pulgada. La luz es regulable, aunque no de forma automática. Pero el interfaz tiene un detalle muy bien pensado –aunque se puede desactivar– que es que permite subir y bajar el brillo de la pantalla deslizando el dedo hacia arriba o hacia abajo por el lado izquierdo de ésta.

El Libra mide 144×159×5 mm en su parte más delgada, aunque sube a los 7,8 mm en la parte del «asa». Su peso es de 192 gramos.

Dispone de un sensor de orientación, que se puede desactivar, pero que permite usarlo en apaisado y, sobre todo, tanto agarrándolo con la mano izquierda o la derecha según la preferencia del usuario o lo cansada que tenga la mano en ese momento.

Dado que la pantalla es táctil y es el interfaz principal del dispositivo éste sólo tiene tres botones: el de encendido y los dos de cambiar de página, aunque también se puede cambiar de página tocando la pantalla o deslizando un dedo por ella. Se puede escoger cuál de los dos avanza página y cuál retrocede. Y esa asignación se conserva, lógicamente, aunque gires el dispositivo para cogerlo con la otra mano. Personalmente soy muy partidario de los botones físicos de cambiar página; tener que andar moviendo el dedo para tocar la pantalla para cambiar página me parece incómodo.

Hay una opción interesante para quienes no tenemos una vista perfecta que es la curiosamente denominada «modo de impresión grande» que básicamente hace que todo el interfaz se muestre más grande.

Como característica extra cumple con los requisitos IPX8. Esto quiere decir que es resistente al agua hasta una profundidad de dos metros durante un máximo de 60 minutos, así que te lo puedes llevar a la playa, al río o a la piscina sin demasiadas preocupaciones.

Tiene ocho GB de almacenamiento, de los que quedan libres algo más de seis. El contenido se le añade enchufándolo al ordenador mediante un cable micro USB, lo que hace que aparezca como un disco externo. En él puedes crear carpetas y subcarpetas para organizar tus libros. Pero ojo, el H2O no las reconoce y te muestra todo el contenido junto, aunque lo puedes organizar en colecciones. Es importante que después de haber empezado a leer un libro y de hacer subrayados y tomar notas no lo muevas de carpeta porque esos datos están en un archivo invisible que no se mueve con el libro al cambiarlo de carpeta. De todas formas si luego mueves el libro de vuelta a su carpeta original tus subrayados y notas vuelven a aparecer.

La batería es de 1200 mAh. Y si le haces caso a la ficha técnica del producto esto quiere decir que dura semanas. La realidad es que no, ni de coña. Dependiendo de cuanto leas cada día, del uso de la luz y de la wifi la batería va a durar mucho menos que eso. Pero con cargarla una o dos veces a la semana probablemente sea suficiente, lo que no está nada mal.

Gestión de contenidos

Soporta contenidos en formato EPUB, EPUB3, PDF, MOBI, JPEG, GIF, PNG, BMP, TIFF, TXT, HTML, RTF, CBZ y CBR. Los PDF y los cómics se ven razonablemente bien aunque la pantalla sea de sólo siete pulgadas, lo que es especialmente importante teniendo en cuenta que muchas veces los PDF están diseñados para tamaños más grandes.

Kobo no da datos acerca del procesador que monta pero los contenidos tipo texto los mueve sin problema, lo mismo que los PDF aunque no sean de un tamaño optimizado para su pantalla. Con los cómics va un poco más a remolque, en especial si quieres desplazarte por ellos deslizando el dedo sobre la pantalla. Pero no es nada insoportable. El navegador web incorporado –en versión beta– tampoco va a la velocidad de la luz aunque la verdad es que no se me ocurren muchos motivos para usarlo; y también es cierto que la inmensa mayoría de las páginas web no están optimizadas ni tienen versión para un dispositivo como este.

El H2O, como los demás lectores de libros electrónicos de Kobo, se puede asociar a una cuenta de la tienda de libros de la marca. Los libros adquiridos ahí se sincronizan automáticamente entre distintos dispositivos, así como los subrayados y notas; no así los libros que hayas metido directamente en el lector. Es posible configurar el lector para que en cuanto termines un libro adquirido en la tienda Kobo lo elimine de la memoria, aunque siempre puedes recupearlo cuando quieras. De todos modos, con más de 6 GB disponibles habría que tener un poco de Diógenes digital para llenar la memoria del Libra-

Aunque no ve las carpetas en las que puedas organizar tu contenido el H2O permite crear colecciones en las que agruparlo para que te sea más fácil de encontrar (novela, ensayos, cómics, divulgación, lo que quieras). Cualquier título puede estar además en varias colecciones. Pero –y es un gran pero– si la colección incluye tan sólo un título no comprado en la tienda Kobo esa colección no se sincronizará con tu cuenta ni con ningún otro dispositivo que tengas asociado a ella. Insisto: no es que no se sincronice el contenido que hayas metido a mano y sí el adquirido en Kobo sino que en cuanto una colección incluye contenido de los dos tipos no se sincroniza nada de ella. Ni siquiera el título de la colección.

Otra peculiaridad es que con algunos tipos de epub –me ha pasado con algunos recibidos de editoriales como ejemplares de cortesía– el H2O se niega a cambiar el tipo de letra, el espacio entre líneas o la alineación del texto, aunque sí deja cambiar el tamaño de la letra –menos mal– y los márgenes del libro. En total hay disponibles 12 tipos de letra en más de 50 estilos. Además del tamaño se pueden ajustar el grosor y la nitidez.

Detalles destacados

Una cosa que me encanta de los lectores Kobo es que se pueden asociar a una cuenta de Pocket, con lo que gracias a la conexión wifi puedes tener todas tus lecturas guardadas para luego en él para leer cuando puedas.

ComfortLight PROTambién está muy bien la luz ComfortLight PRO que reduce la luz azul de forma automática con el paso del día y la va haciendo más naranja para limitar la fatiga visual y favorecer la conciliación del sueño si lees antes de dormir. Eso sí, es un poco todo o nada en el sentido de que puedes programar entre qué horas se activa y esa programación es fija; sería mejor que la hora de activación y desactivación pudieran cambiar automáticamente en función de la hora de puesta y salida del Sol.

En definitiva: un lector de libros electrónicos más que recomendable, con un interfaz bien pensado, pantalla iluminada para no molestar a nadie, resistente al agua y con botones físicos de pasar página, algo que en mi opinión debería ser obligatorio. Es cierto que hay otras opciones por menos de los 180€ que cuesta, pero sacrifican cosas como la protección contra agua o los botones para pasar página. ¿He dicho ya que amo los botones para pasar página?

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