Por @Wicho — 29 de agosto de 2007

David Pogue comentaba hace unos días en Waiting for Products to Arrive como viendo unas fotos de familia hechas con una cámara digital Canon SD800 se encontró pensando que las cámaras de bolsillo son ya desde hace algún tiempo una tecnología «que por fin ha llegado» y que ofrecen una calidad y prestaciones que hace que la inmensa mayoría de sus usuarios estén enamorados de ellas.

Pero al mismo tiempo aprovecha para hablar de algunas otras cosas por las que lleva esperando bastante tiempo; seguro que encuentras alguna en la lista por la que tú también llevas tiempo esperando:

  • La réflex de bolsillo, algo con pocas posibilidades de llegar nunca, ya que hay alguna que otra ley física que parece interponerse en el camino de conseguir la misma calidad de imagen de un sensor minúsculo como el de las cámaras compactas que del de una réflex.
  • Un operador de telefonía móvil al que no odie todo el mundo. Sugiere a los responsables de las operadoras gastar menos en publicidad y hacerlo en su lugar en ofrecer un servicio tan bueno que los clientes no se sientan intimidados ni estafados, lo que a su vez se convertiría en la mejor publicidad posible, ya que serían los propios clientes los que recomendarían a su operador de estar contentos con él.
  • Un alimentador universal, pues muchos productos usan un alimentador genérico sin ningún rótulo ni etiqueta que identifique con qué cacharro vienen y tampoco son intercambiables porque todos van a un voltaje y/o amperaje diferentes con un conector distinto. De todos modos, por la parte que me toca, diré que los gadgets que se cargan mediante su puerto USB mini me parecen un paso en el sentido adecuado.
  • Una cámara de vídeo que no use cinta para almacenar lo que graba pero que de la calidad que daban las cámaras que sí la usaban, ya que las cámaras que graban directamente en DVD, tarjetas de memoria, o en un disco duro comprimen mucho las imágenes para aprovechar más el espacio disponible, tanto que dan menos calidad que el MiniDV, formato que está perdiendo mercado a pasos agigantados.
  • La cámara combinada de vídeo/fotos con calidad suficiente en ambos aspectos. Aparentemente ambos tipos de cámara necesitan sensores muy distintos, lo que dificulta enormemente el asunto, aunque últimamente las cámaras compactas están mejorando mucho en este aspecto. Como dicen en mi tienda de fotos habitual, la mejor cámara de vídeo hace unas fotos penosas y la mejor cámara de fotos hace un vídeo malísimo, si es que lo hace en absoluto.
  • Baterías que duren más. Pogue argumenta que si bien en los últimos años las cámaras han pasado de 1 megapíxel escaso a 12, el procesador de un portátil de 300 MHz a los 3 GHz, o los reproductores de mp3 de almacenar 20 canciones a 20.000, las baterías siguen durando tan poco como antes, aunque en mi opinión es algo injusto en este caso, en especial en el caso de los portátiles, ya que el aumento de potencia de proceso también supone un aumento de consumo eléctrico.
  • Un despertador en el que para que atrasar diez minutos la hora de la alarma no haya que avanzar casi 24 horas, aunque como dicen en los comentarios de la anotación de Pogue, ha habido despertadores con teclados numéricos desde hace tiempo, a pesar de que no se han popularizado.

A esta lista yo añadiría sin dudarlo un estándar para mandos a distancia o al menos un mando a distancia universal que no cueste más que algunos de los aparatos que controlaría, y es que en estos momentos cuento siete mandos en el salón de mi casa.

Actualización: Diego comenta que «...yo añadiría la tarjeta de crédito multifunción universal, programable para que solo tuvieras UNA tarjeta en la cartera que incluyera todas…». Algo parecido a la iCache de la que habla Enrique Dans en Una tarjeta para dominarlas a todas… sería ideal, y a lo que sin dudarlo un instante me apuntaría. Si en el salón hay siete mandos a distancia, no quiero ni pensar en todas las tarjetas que llevo en la cartera.

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