He estado probando un Ring Intercom de Amazon que me han prestado. Básicamente es un dispositivo que te permite contestar desde tu móvil al portero automático de tu casa o de tu oficina o de lo que sea siempre que tengas conexión a Internet– y, si es necesario, abrir la puerta. Puedes compartir ese control con más personas si quieres.
En la caja viene todo lo necesario para instalarlo:
- El Ring Intercom propiamente dicho con su batería, que tendrás que cargar mediante su conector USB mini. Viene un cable USB A a mini para ello, pero no un cargador.
- Tres cables planos de los que usarás uno –aunque a lo mejor no todos sus hilos– para conectarlo al telefonillo.
- Un destornillador con cabeza de estrella y plana para abrir el telefonillo y para conectar los cables.
- Dos tojinos y sus correspondientes tornillos por si quieres fijar el Intercom así a la pared, aunque también tiene dos tiras adhesivas por si no quieres hacer agujeros. Eso sí, como puedes ver en la foto el cacharro ocupa lo suyo.
- Una guía de inicio rápido y un folleto con las cosas legales pertinentes… y ya.
La instalación es muy sencilla, aunque antes de decidirte a adquirirlo deberías comprobar si es compatible con tu portero automático, lo que puedes hacer en línea. Ojo: aunque el portero automático de tu casa soporte vídeo, como sucede con el mío, Ring Intercom sólo soporta audio.
Si es compatible lo es primero tendrás que crearte una cuenta en Ring si no la tienes ya. Y luego seguir las instrucciones de la app, que son completas y claras. Dice que puedes tardar entre 20 y 30 minutos pero lo cierto es que a mí no me llevó ni cinco.
La app te pide que identifiques el fabricante y modelo de tu telefonillo y te va diciendo qué cable de los tres que vienen en la caja has de utilizar y a qué terminales conectarlo. Un detalle extra que facilita la instalación es que el plástico aislante del extremo de cada uno de los hilos de los cables planos viene ya precortado, así que sólo tienes que quitarlo para poder conectarlo al terminal correspondiente.
Una vez conectado físicamente la app te indica cómo probarlo, aunque para esto es más cómodo si tienes a alguien que pueda echarte una mano y que llame desde el portal mientras sigues las instrucciones de la app.
La única salvedad es que el Ring Intercom sólo soporta WiFi de 2,4 GHZ, así que si tienes una red de 2,4 y 5 GHz que tenga el mismo nombre en las dos bandas necesitarás poder poner en pausa la de 5 GHz en las fases iniciales de la instalación del Intercom.
Casos de uso
El uso más obvio y probablemente habitual del Ring Intercom será el de abrir la puerta cuando vengan a entregar correo. Una vez que hayas respondido y la persona del otro lado se haya identificado basta con que mantengas pulsado el botón de la app para abrir la puerta. Aunque no te servirá de nada, claro, si tienes que firmar la entrega.
En mi caso el siguiente uso más habitual ha sido el de dar instrucciones para la entrega de un paquete que no cabe en el buzón tipo «déjalo en el bar de al lado, que me conocen». O, si vives en una casa con un porche o similar, para abrir el portón de fuera y que dejen el paquete ahí. Aunque de nuevo depende de que tengas que identificarte o firmar en persona o no.
En ambos casos todo depende un poco de lo que le pueda extrañar a la persona que te lo trae que le estés respondiendo al telefonillo al mismo tiempo que le dices que no estás en casa. Aunque en mi caso nunca ha sido un problema.
Como Ring es propiedad de Amazon hay la opción de enlazar tu Ring Intercom con los pedidos de Amazon de forma que la persona que los vaya a entregar pueda tener acceso temporal sin tan siquiera tener que llamarte. Claro que necesitas que en tu casa haya un sitio en el que poder dejar los paquetes; no es cosa de que te los vaya a dejar delante de la puerta. Como yo vivo en un piso no es una opción que haya probado; en su lugar hace tiempo que utilizo los puntos de entrega de Amazon para evitar este tipo de inconvenientes.
Otra opción es enviar llaves de invitado a través de la app de Ring a aquellas personas que quieras que puedan abrir el portal usando su móvil, aunque siempre con el control de quién y en qué momento puede hacer uso de esas llaves, pues pueden ser válidas solo ciertos días u horas o permanentes. De nuevo no es una opción que haya probado porque en nuestra casa quien tiene que tener acceso permanente hace tiempo que tiene llave. Pero se me ocurre que puede ser una opción interesante si vas a instalar en Ring Intercom en una oficina o similar y así evitarte tener que dar copias de la llave.
Además de estos casos de uso –que seguro que me dejo alguno– otra ventaja del Ring Intercom es que si tienes un piso grande o una casa con una finca o lo usas en una nave industrial los avisos en el teléfono te dan más tranquilidad a la hora de enterarte de si alguien está llamando aunque estés lejos del telefonillo. Va a ser más difícil que te digan aquello de que llamaron pero que no había nadie en casa. O al menos más difícil que lo puedan justificar.
Los peros
Eso sí, molaría que para eso la app tuviera unas notificaciones más persistentes e insistentes. Tal y como está la cosa saca una notificación en pantalla y un sonidito –si no tienes el móvil silenciado– así que no es difícil que se te pase.
Una opción que puede paliar esto es que instales uno o varios timbres asociados al Intercom. Ring los llama Chimes (que no chismes).
Creo que también estaría bien que el Ring Intercom tuviera la opción de instalarte alimentación de forma permanente si tienes un enchufe a mano; tal y como está el asunto ahora tendrás que sacar la batería para recargarla y le lleva varias horas. Aunque supongo que es algo que puedes hacer por la noche. Y si no, siempre tienes la opción de comprar una batería extra por 30 euros en Amazon que tener cargada para hacer el cambio cuando haga falta.
Alexa y HomeKit
Igual que con las entregas de tus pedidos, al ser un producto de Amazon el Ring Intercom se puede integrar con Alexa de tal forma que cuando alguien llame recibas una notificación a través de tus dispositivos Echo y puedas hablar con esa persona a través de ellos y abrir la puerta con un «Alexa, abre el portal». Pero como no tengo ningún Echo en casa no he probado esta opción.
Sí he conseguido probar el Intercom con HomeKit a pesar de que como era de esperar los productos de Ring no funcionan oficialmente con el ecosistema de Apple; a fin de cuentas son competencia en esto, aunque habrá que ver qué sucede cuando Matter por fin empiece a cumplir su promesa de interconectar de forma transparente dispositivos de distintos fabricantes.
En cualquier caso para ello he instalado este plugin en Homebridge. Aunque le da un soporte limitado: recibirás notificaciones en el móvil y si quieres incluso a través de los HomePod que tengas y podrás abrir la puerta. Pero no podrás hablar con la persona que está del otro lado a menos que uses la app de Ring. Tiene la ventaja, eso sí, de que el plugin define un pulsador virtual que se activa cada vez que alguien llama al portero automático, pulsador que puedes usar para lanzar alguna automatización o escena.
¿Me lo compro?
Esta es, como siempre, la pregunta del millón. O, en este caso, de los 130 euros en Amazon. Y la respuesta dependerá, de nuevo como siempre, del servicio que te pueda hacer y de lo que te pueda facilitar la vida un Intercom.
Para mi uso, doméstico, me parece un poco caro, la verdad. Quizás porque para el correo siempre suele haber alguien en otro piso que pueda abrir la puerta y para otro tipo de entregas lo habitual es que tengan mi móvil para poderse poner en contacto conmigo si no hay nadie en casa.
Pero es cierto que el dispositivo funciona perfectamente y cumple con lo que dice. Así que siempre puedes probarlo y, si no te convence, devolverlo; serás tú quien tenga que valorar si sí o si no.
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