Aunque los robot-cortacésped que recorren por sí mismos el jardín cortando el césped no son un novedad, sí lo es cómo el fabricante iRobot quiere evolucionar la forma en que funcionan. Y su proposición ha puesto en alerta al Observatorio Nacional de Radioastronomía de EE UU (NRAO). Hasta ahora, para que el robot-cortacésped sepa qué ruta debe seguir por el jardín para cortar el césped, lo más habitual es colocar un cable metálico bajo tierra que sirve como guía que el robot sigue. Pero la instalación del cable se antoja engorrosa y costosa, El problema es que las balizas del sistema utilizan frecuencias entre los 6240 y los 6740 MHz, un rango que es poco utilizado y que en principio la FCC de EE UU no permite utilizar para instalaciones en exteriores debido a que ese rango incluye frecuencias utilizadas en observaciones de radiosastronomía. Los astrónomos consideran que por la importancia que tiene ese rango de frecuencias para la radioastronomía debe estar «convenientemente protegido de interferencias dañinas» que añadan ruido adicional a las observaciones de radio, mientras que iRobot «reconoce que existe un pequeño riesgo de interferencias» con los sistemas utilizados por el Servicio de Radioastronomía. De momento existe un cruce de argumentaciones encendidas entre ambas partes, entre la NRAO y iRobot, que se pueden seguir a través de los enlaces a la documentación de la FCC incluidos en el artículo de IEEE Spectrum iRobot Definitely Developing Robot Lawn Mower, Astronomers Very Upset. * * * Relacionado, La ciudad donde está prohibido el uso de los móviles y el wi-fi, precisamente debido a su proximidad a unas instalaciones de radiostelescopios.
Radiotelescopio del Very Large Array en New Mexico — Foto: NRAO.
La idea de iRobot es reemplazar ese alambre por una serie de balizas o beacons inalámbricos que delimitan por radio el perímetro del jardín. Para delimitar un jardín promedio hacen falta entre cuatro y nueve balizas. El robot cortacésped utiliza esas balizas para conocer su posición en función del tiempo de demora de las señales de radio emitidas por éstas.
El Observatorio Nacional de Radioastronomía (NRAO) utiliza el rango de frecuencias entre los 6650 y los 6675,2 MHz para detectar moléculas de metanol en el espacio. El metanol indica la actividad de estrellas en formación y se utiliza para medir con precisión las distancias entre formaciones estelares.
The Town Without Wi-fi, fotografía de Joshua Cogan