El sacapuntas Tsunago, vía Gizmodo, resuelve el clásico problema de utilizar lápices y sacapuntas: llega un momento en el que el lapicero se queda tan corto que no resulta cómodo de utilizar, cuando no imposible.
Para solucionarlo este sacapuntas tiene tres orificios y cada uno de las cuales corta el lápiz de una manera diferente: uno saca punta normal; otro hace justo todo lo contrario, abre una cavidad profunda en la parte posterior del lápiz; y el tercero corta la punta de tal modo que encaja en la cavidad anterior.
De este modo se pueden aprovechar un lápiz que resulta demasiado corto añadiéndolo a otro lápiz más largo; o utilizar varios lápices que resulten ya demasiado cortos y un poco de cola para madera para montar un lápiz completo, con toda su longitud.
El resultado es un lapicero un poco Frankénstein o, visto de otro modo, un lapicero interminable.