He estado probando unas semanas este Smart TV LED 7000 de Samsung que amablemente nos prestaron para probar. Fue toda una casualidad que justamente estuviera pensando en renovar la tele de casa porque así podía comprobar en condiciones reales la calidad de la pantalla, comprobar si 46 pulgadas es un tamaño adecuado o excesivo y probar algunas otras funciones, como el 3-D.
Vaya por delante: los televisores de esta gama son auténticas bestias en cuanto a características. Se puede decir que prácticamente lo tienen todo y como sucede con algunos ordenadores y software, la mayor parte de la gente no utilizará el 80 por ciento de todo lo que son capaces de hacer. (El modelo probado es el 7000S de 46" pero actualmente ya salió el 7000SL con algunas mejoras).
Para los amantes de las siglas y las especificaciones simplemente decir que la pantalla es LED de 116 cm (46") (1920×1080 píxeles) a 800 Hz. Incluye 3D con dos gafas activas y diferentes conversiones 2D/3D. En cuanto a sonido e interacción: Dolby Digital Plus, altavoces de 20W (2×10W), webcam, dos mandos a distancia (uno con touchpad) y control por gestos y por voz. Cuenta con un único sintonizador de TV y según el modo, función imagen-en-imagen. En cuanto a conexiones: Ethernet RJ-45, 3 HDMI, 3 USB y varias entradas y salidas adicionales: Y/Pb/Pr, AV, digital, antena, satélite, radio, euroconector y DVI. [Ver en la web oficial las especificaciones completas].
En cuanto a las características propias de SmartTV se incluye HbbTV (navegación e interacción con las emisiones de TV), navegador web, apps y tienda, EPG, control parental, visor para películas, fotos, música, Social TV para apps como Twitter y Facebook e incluso Skype para videoconferencias. Su consumo eléctrico es de unos 80W y 0,5W en modo de espera.
Dado que sería sencillamente imposible enumerarlo todo, destacaré simplemente lo que más me llamó la atención por lo positivo o lo negativo; el resto si no aparece mencionado es porque cumple sobradamente con su función.
Dimensiones, calidad y 3-D
Aunque me preocupaba que a una distancia de unos 3 metros un televisor de 46" fuera demasiado grande, pasada la primera impresión de diferencia de tamaño con una tele inferior lo cierto es que resulta ser un tamaño perfecto. La clave del asunto según lo que pude investigar es la siguiente: la distancia correcta es aquella en la que puedes ver todas las esquinas de la pantalla sin mover el cuello. Si tienes que moverlo como en un partido de tenis… ¡Cuidado! Eso acabará produciendo molestias. Así que a esa distancia en mi caso se puede disfrutar del «cine en casa» con cierta grandeza y sin problemas – y además ver todos los detalles desde cualquier ángulo.
En cuanto a calidad de imagen, la cuestión es la siguiente: hoy en día hay gente –entre los que me incluyo– que preferiría comprar simplemente una pantalla sin más. Es decir, un televisor sin sintonizador de canales ni nada de lo relacionado. El razonamiento es simplemente que lo que se emite en los canales no es gran cosa y que es mucho mejor ver películas o series en otros formatos, grabaciones en diferido o a través de los videoclubes de Internet. Si hiciera falta «la tele» incluso se podría ver a través de la conexión a Internet. En Estados Unidos dicen que ya hay más de 5 millones de hogares que no tienen TV y el número sin duda aumentará. Para colmo la calidad de imagen de las emisiones de la TDT, incluso en HD, es pésima. Si por algo falla este razonamiento es porque si vives en una familia, con niños, pareja o abuelos, difícil va a ser que les vendas ese escenario futurista cuando todo lo que quieran sea ver el telediario, Disney Channel o la serie de moda en directo. Pero todo se andará.
Volviendo a lo de la calidad de la pantalla: con estas premisas, y usando versiones realmente Full-HD de películas, series y documentales para apreciar mejor los detalles, se puede decir que la calidad de la Serie 7000 de Samsung a 46" es simplemente espectacular: ni rastro de píxeles ni artefactos, sin efectos raros y todo con colores uniformes y brillantes. Pero incluso como en esto de las imágenes y tonalidades el asunto a veces depende de los gustos, el menú principal ofrece opciones para usar diversos «modos» automáticamente, e infinidad de ajustes de brillo, contraste, color, etcétera.
El modo 3-D es algo que ahora ya todo televisor ha de incluir, aunque no es para muchos una prioridad. La Serie 7000 utiliza gafas activas conectadas por Bluetooth, que requieren una pequeña pila botón – y que no resultan del todo cómodas, la verdad. Pero las demos muestran un efecto bastante bien conseguido –desde cualquier ángulo– y ver Avatar permite apreciar hasta dónde ha avanzado esta tecnología.
En cuanto al diseño, destacar también lo reducido del marco –que además permite ahorrar espacio– y el soporte en forma de peana giratoria en forma de «X» que destaca por su estabilidad aunque me pareció ver que el manual recomienda atar la pantalla para mayor seguridad.
Sistemas de control
Como modelo avanzado que es, este televisor de la Serie 7000 incorpora lo último de lo último, pero en este caso quizá sea demasiado último porque su funcionamiento es un tanto irregular. Me refiero al reconocimiento visual por gestos (que funciona a través de la webcam) y el control de voz.
El problema es que el reconocimiento de gestos requiere estar más o menos en una buena posición frente al televisor y con una luz ambiente suficiente – cuando por ejemplo lo divertido suele ser ver las películas en ambiente más bien oscuro, como en el cine. Cuando funciona es divertido activarlo con un gesto Jedi, y mover el ratón «mágicamente», pero resulta difícil «pulsarlo» de forma efectiva y suele desactivarse solo. Además, tiene tendencia a «dispararse» si estás simplemente sentado y cambiando de postura – tú o cualquiera que esté junto a ti, claro. Interesante pero poco fiable.
Algo parecido le ocurre al control por voz. Teóricamente basta con decir «Hola tele: encender» y a continuación «Hola tele: haz esto / haz lo otro» a partir de un diccionario predeterminado. El efecto es muy «mágico» y la sensación agradable, pero aparte de encenderla y apagarla el reconocimiento funciona la mitad de las veces o menos. Si hay ruido ambiente, olvídate. Y si hay gente en el salón resulta un poco rudo decirles «por favor, callad un momento» simplemente para cambiar de canal. Además, también padece de falsos positivos: si estás oyendo la radio en otro aparato a veces el televisor cree que está recibiendo órdenes y muestra el menú de opciones. En definitiva: también muy mejorable.
Mi truco favorito en cambio, no aparece tan destacado pero ahí está: usar el teléfono móvil (tanto un Galaxy como un iPhone) como mando a distancia, con una pequeña app gratuita que lo conecta vía Wi-Fi y que funciona a la perfección porque incluye todos los botones básicos, pudiendo elegirse entre un mando para tontos o uno con más funciones.
Funciones TV y grabador incorporado
En cuanto a las funciones propias de sintonizador de emisiones de televisión el Samsung 7000 se programa automáticamente bastante rápido; en este aspecto es muy ágil. También permite reordenar fácilmente los canales, ver la EPG (guía de programación) ofrecida por las cadenas –y que suele ser penosa no, lo siguiente– e incluso el viejo teletexto. En cuanto a la conexión a Internet basta tirar un cable del conector Ethernet al router y el sistema se pone al día y actualiza automáticamente.
También viene preparado para grabar emisiones y realizar funciones de time-shifting, como parar una emisión y seguir viéndola un rato después. Para ello lo único que hace falta es enchufar un disco duro digno en cualquiera de los conectores USB; vale cualquier disco viejo o de los que se pueden comprar en la tienda por 40 o 50 euros: el televisor lo formateará, probará su velocidad y confirmará que todo es OK. Las grabaciones se pueden programar desde la guía, pero por desgracia solo se puede ver el canal activo al disponer de un único sintonizador (el nuevo modelo 7000SL ya cuenta con dos y supongo que soluciona este problema).
Smart TV y otras funciones
Todo lo relacionado con el área de Smart TV es una especie de «mundo añadido» al televisor que debería hacernos no depender de otros aparatos para disfrutar de contenidos y horas de entretenimiento frente a la pantalla. Pero aunque lo que hay hoy en día es interesante y han pasado años desde los primeros modelos, para mi gusto es una tecnología a la que todavía le falta un hervor, lo cual salta a la vista al rato de trastear con el aparato.
La navegación por los menús y la descarga de apps de la tienda de Samsung es rápida y cómoda; en ese aspecto está muy bien solucionado. Con un solo clic el botón de colores permite acceder al Smart Hub y a todas esas funciones. Pero a muchas aplicaciones les faltan los detalles y la agilidad a la que estamos acostumbrados en ordenadores, tabletas, teléfonos y videoconsolas. Por decirlo claramente: puedes jugar a Angry Birds, y con el control por gestos es divertido; puedes hablar con tus amigos con Twitter o puedes acceder a los videoclubes de moda para alquilar películas y series.
Pero olvídate de navegar por la web cómodamente. Olvídate de usar Twitter o Facebook con agilidad o de seguir un hashtag. Olvídate de buscar cosas con Google con cierta comodidad. Debido a su propia naturaleza, esas y algunas otras funciones básicas son imposiblemente incómodas, y eso que la Serie 7000 incluye un mando con touchpad táctil como alternativa. Sencillamente, todavía no se ha inventado una forma rápida y cómoda de teclear texto con un mando a distancia, y si quieres hacer muchas de estas cosas necesitas un teclado o algo parecido que funcione. Así que si te descubres a ti mismo pensando por qué en pleno Siglo XXI tienes que ir moviendo clic a clic incómoda y lentamente un cursor por un teclado virtual para poner una y mil veces tu cuenta de correo, tu contraseña o para acceder a otras funciones… es que algo no funciona.
¿Qué decir del HbbTV? Algunas emisiones activan este modo que permite navegar con una imagen sobreimpresa en pantalla según los contenidos de las emisiones de TV en ese instante. La oferta es sencillamente muy pobre y la interacción bastante primitiva: le queda mucho por evolucionar y las cadenas tienen todavía un gran trabajo que hacer en este campo.
El Smart Hub de Samsung te suele pedir una «actualización del sistema» cuando entras en él de vez en cuando –así que más vale que tengas un buen ADSL– pero eso también es buena señal porque implica mejoras y nuevas apps. A destacar: algunas como A la carta de RTVE.es, videoclubes como Wuaki.TV, YouZee, Filming o Nubeo (el otro día apareció el canal de las conferencias TED); Yombi, Spotify, Deezer, Disney Channel y muchos periódicos generalistas y otros deportivos. Todas funcionan perfectamente y su mejor uso es sin duda para el alquiler de películas y series, que se ven a la perfección en resolución estándar o en Full-HD.
La conclusión es que aunque nuevamente el 80 por ciento de lo que hay en la tienda de apps no lo vaya a usar la mayor parte de la gente, al menos lo fundamental funciona como es debido: alquilar películas. Como algo extra el Smart Hub permite además gestionar varias cuentas, incluyendo control parental para que los peques puedan jugar sin estropear nada ni meterse donde no quieran los padres.
Como monitor externo para el ordenador también es un buen aliado: basta un cable directo desde el iMac para que el televisor se comporte como monitor externo, con varios modos y resoluciones disponibles y con calidad máxima cuando el equipo se la envía. Este montaje a mi me sirve para prescindir del aparato reproductor de DVD y también para disfrutar de vídeos y emisiones en Streaming.
Conclusión
El mundo de los televisores es algo que mucha gente solo revisa cada pocos años; son tantos los cambios en tecnologías y calidades que es increíble ver las diferencias de calidad y la cantidad de opciones y tecnologías que incorporan los nuevos modelos. Es difícil a veces contenerse para no cambiar de aparato antes de lo debido, elegir una tecnología inadecuada o pagar un precio demasiado alto. El precio del Smart TV 46" 7000 de Samsung es de unos 1.300 euros, todo incluido.
En este caso estamos hablando de una tecnología más que probada y perfeccionada (LED) y de gran calidad, con tamaños generosos y resoluciones más que adecuadas (46" y Full-HD), todas las funciones mínimas bien cubiertas (sintonización, grabación, conexiones, mandos, 3-D, gafas) y posibilidades avanzadas que aunque no se usen mucho no están mal (Smart TV con acceso a videoclubes y otras muchas apps). Además, para quienes les aterre quedarse obsoletos, este modelo incluye el Smart Evolution que es una placa intercambiable que se puede comprar para modificar el televisor poniéndolo al día en cuanto a procesador y otras funciones, según anunció Samsung, una vez al año.