La Fire 7 de Amazon es muy fácil de reseñar: por 60 euros no vas a encontrar nada igual y punto. Nada tan barato es tan potente, ni con tanta «marca» ni con tantas comodidades – aunque no sea perfecto. El precio de esta tableta pseudo-Android bien podría haber sido de 150 o 250 euros así que, visto a las claras, es un chollo. Y si se te rompe, se pierde o te aburres de ella el bolsillo no lo lamenta en exceso, de modo que es ideal para dejársela a las pequeñas bestias de la casa, a los abuelitos o para usarla como lector en la playa. La tableta destroy.
Yo compré una tan pronto como estuvieron disponibles; tras un par de semanas he podido hacerme bien a la idea de qué se puede hacer con ella (y qué no) y dónde está el truqui para Amazon: vender tabletas «casi subvencionadas» con la intención de que durante el resto del año acabes comprando en la tienda tal vez 100 o 200 euros de cualquier cosa: apps, libros, películas, juguetes, ropa o cualquier otra cosa de las miles que venden allí.
No es mal planteamiento – pero aquí entra en juego la habilidad personal de cada uno para comprar con mesura solo aquello que necesite y no dejarse llevar por los impulsos. Incluso no creo ni que merezca la pena pagar los 20 euros extra de la versión «sin ofertas especiales» (eufemismo para «publicidad en el salvapantallas») porque apenas es invasivo. La gente le está dando 4 estrellas sobre 5, que con la competencia que hay no está nada mal.
Lo peor y lo mejor
No todo es perfecto en la Fire 7: para mi gusto el formato de la pantalla (1024×600) es tan «panorámico» que resulta demasiado alargado. La pantalla es poco vistosa: apenas tiene un brillo equivalente al de un iPad ajustado al 50%. Por no hablar de que el cristal tiene algún que otro reflejo y cierta predisposición a mancharse. Pero para leer cómodamente en casa con luz controlada o incluso ver alguna película o serie es más que suficiente.
La batería tampoco es su punto fuerte: para empezar, es bastante caótica: su duración varía mucho dependiendo de si se activa o anula el wifi o el Bluetooth, si se ven vídeos o se navega por la red. Si se va a usar la Fire 7 como e‑book simplemente, no problemo: puede durar un par de días o incluso tres sin problemas. Pero si se intenta hacer de ella el «dispositivo para todo»… ¡Mala idea! Tiene menos duración que el plutonio del DeLorean de Regreso al futuro.
También tiene ciertas funciones que mejor ignorar: dos cámaras infames de 2 Mpx y VGA, que sirven para poco más que para usar Skype (a olvidarse de hacer fotos dignas) y aplicaciones como teléfono, correo… de las que mejor olvidarse. Whatsapp tampoco funciona porque esta versión no admite una tarjeta telefónica SIM; en cambio sí que funcionan Skype, Telegram o Kik, que no la requieren – así que todo es cuestión de usar el programa de mensajería adecuado.
Por el lado bueno: en dos palabras… precio-calidad. Es sencillamente imbatible por 60 euros – y perdón por la reiteración. Otro detalle casi obvio pero no por ello menos importante: el Fire 7 preserva toda tu biblioteca Kindle – una poderosa razón para muchos que ya han hecho ahí su inversión y no quieren verla volar.
Y además, todo esto: un hardware sorprendentemente rápido, que permite no solo hojear y navegar suavemente los libros y la web sino también ver películas sin problema; un peso razonable, adecuado para un e‑book, de 313 gramos – o un poco más con funda; materiales sólidos y robustos; altavoces (justitos) y un jack para auriculares; y hasta micrófono y sensores (acelerómetro y giroscopio). Lo completa todo una ranura de expansión microSD por si los 8 GB se quedan pequeños; la Fire 7 se puede supervitaminar hasta 128 GB – aunque usarlo como archivo de fotos, vídeos o cualquier otra idea similar es una aberración.
Un sistema operativo peculiar
Respecto al sistema operativo: se trata de una variación de Android cocinada por Amazon llamada Fire OS 5 «Bellini», en el que básicamente funcionan (o deberían funcionar) casi todas las aplicaciones Android. Eso sí: con truqui… Algunas no arrancan, otras solo existen en versión de pago (ej. Plex), otras están directamente capadas y ni siquiera aparecen en la tienda… En fin, que hay que tragar con un mundo bastante cerrado y de funcionamiento poco habitual. Aunque si vas a usar la Fire 7 simplemente para leer y no para jugar y te da un poco igual lo que puedas instalar o a quién pagarle los dos o tres euros de las apps no hay que darle más vueltas. Clic e instalar son rápidos, seguros y efectivos.
En el día a día
La tableta viene elegantemente preconfigurada para la cuenta Amazon del propietario; basta introducir la contraseña (y la del wifi de casa) para estar en «tu mundo» de libros Kindle, música o películas ya comprados con anterioridad. También se puede ir a la configuración y pegarle un borrado general y empezar de cero: de los 8 GB el sistema se reserva unos 3 GB; quedan pues 5 GB libres pero los libros apenas ocupan espacio y para todo lo demás está el cloud ilimitado de Amazon.
Una importante cuestión: sí, se pueden cargar PDFs en la Fire 7… pero en mi experiencia leerlos es totalmente incómodo: no se abren con un buen lector sino como versiones gráficas y con baja calidad (?!) Probablemente con alguna app específica se pueda, pero al menos yo no he conseguido leer un PDF normal y corriente cómodamente.
Entrenar a alguien que nunca haya manejado una tableta ni un teléfono inteligente para desenvolverse con la Fire 7 no debería requerir más de una hora: cómo desbloquear y girar la pantalla, abrir los libros, cambiar la tipografía, usar el diccionario… O dónde pulsar para comprar una película o ver una serie. Lo mejor es preconfigurar la cuenta previamente y usar el one-clic-shopping para evitar la confusión de lo poco habitual.
Por desgracia lo peor resuelto de la Fire 7 es que –excepto en la app Kindle de lectura de libros– el resto de la delicada «experiencia de usuario» es un tanto pobre. El trastorno que supone «salir de las apps de Amazon» a mundos hostiles no es baladí. El navegador (Silk) no es gran cosa; la tipografía (aun cambiándola) es demasiado pequeña y los formularios están mal resueltos en cuanto a usabilidad – incluso los de la propia tienda de Amazon. Un poco de trabajo de remate en este área no vendría mal, porque es muy desigual entre unas apps y otras.
Conclusión
La tableta Amazon Fire 7 es definitivamente dos cosas: para los expertos, geeks y gente de la tecnología una nueva forma de «entender el negocio». Pero también es «un bonito chisme barato» para el común de los mortales que es lo más importante. Quien no quiera perder tiempo aprendiendo cosas raras sino tan solo quiera leer libros y ocasionalmente hacer alguna otra cosilla sencilla ya sabe qué elegir. Su precio es tan sorprendente como ridículo; incluso Amazon se ha permitido el lujo de ofrecer un «si compras cinco tabletas Fire te regalamos la sexta». Chapeu. Quién sabe si todo esto dará paso a una nueva oleada de dispositivos similares de otros fabricantes.