Por @Wicho — 4 de Agosto de 2003
La categoría de los "gadgets" inverosímiles tiene un nuevo competidor:
Bow-Lingual
The Dog Translator
Turn woofs into words and be better best friends
Si lo del vibrador USB me pareció increíble, lo del Bow-Lingual, que así se llama el aparatito en cuestión, lo supera con creces, pues se supone que el tal dispositivo traduce los ladridos de los perros al inglés.

Sí, así cómo suena: un traductor de ladridos al inglés.

A pesar de tener toda la pinta de tratarse de un hoax Walt Mossberg del Wall Street Journal lo analiza en el artículo Woof, Woof ... Is This Thing On? ante su próxima aparición en el mercado USA y ya se puede ir encargando en algunas tiendas como esta por unos 120 dólares.

Lo que hace en realidad el aparato es comparar los ladridos del perro que lo lleva con una base de datos interna de miles de ladridos de perros de ambos sexos de más de 80 razas, asignando cada ladrido a un categoría cómo feliz, triste, frustrado, necesitado, en guardia y asertivo -lo que probablemente podría hacer el dueño del perro sin necesidad del cacharrito- y además convirtiéndolo en una frase cómo "necesito unas vacaciones" o "voy a ponerme en contacto con mi abogado", lo que ya resulta absolutamente descabellado, aunque probablemente habrá servido al eminente veterinario que hizo las asignaciones entre ladridos y frases unos cuantos miles de yenes.

Por sorprendente que parezca, el fabricante lleva ya vendidas unas 250.000 unidades en Japón, dónde lleva un par de años a la venta... aunque afortunadamente hay personas con el suficiente sentido común cómo para haberle otorgado el año pasado el premio Ig-Nobel de la Paz a este dispositivo.
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