Por Nacho Palou — 23 de Junio de 2011

No le pidas ejecutar complejos juegos ni software tan exigente como Google Earth, pero sí casi todo lo demás que a cualquier otro teléfono con sistema operativo Android.

El Vodafone 858 Smart, fabricado por Huawei, es un pequeño smartphone. Simple y funcional y que a diferencia de modelos anteriores, no decepciona muy en parte gracias a la adopción de una pantalla capacitiva.

La presencia de Android es el mayor atractivo este teléfono. También lo son su precio y disponibilidad: 69€ con tarjeta prepago, sin necesidad de contratar una tarifa de datos ni de permanencia. Se puede utilizar la conexión 3G por 0,50€ al día (hasta 20MB al día de transferencia, gratis hasta el 31 de agosto) o desactivar la conexión 3G y utilizarlo únicamente con redes WiFi. Es el teléfono Android más barato en el catálogo de la operadora.

Respecto a los smartphones de bajo coste de hace un año el teléfono incorpora Android 2.2 (Froyo, no actualizable), un mejor acabado y sobre todo gana enteros con una pantalla táctil capacitiva, sensible al tacto.

Esta última es una gran mejora. La pantalla responde de forma rápida y precisa. Y en este tipo de teléfono, con pantalla de apenas 3 pulgadas (2,8 para ser exactos) es importante, teniendo en cuenta cosas como el pequeño tamaño del teclado táctil –mejor si se utiliza en horizontal. Evidentemente no resulta tan cómodo como modelos con pantalla de mayor tamaño, pero resulta razonable.

Sí que su pequeño tamaño lo hace especialmente cómodo cuando se trata de llevarlo en el bolsillo. Y pesa apenas 100 gramos.

La resolución de pantalla es modesta (240 x 320 píxeles) pero gracias a su pequeño tamaño no se ve mal. Más notable es la escasa calidad de la cámara de 2 Megapíxeles, mientras que su reducida memoria interna (120 MB) se puede compensar con tarjetas microSD de hasta 32 GB (incluye una de 2 GB).

No admite comparaciones con otros smartphones, pero se trata de un minismartphone accesible a todos los públicos. Resultará atractivo a quien desee probar "qué es eso de los smartphones" sin tener que gastar demasiado ni comprometerse con una permanencia y para aquellos habituados al modo prepago.

E incluso en estas fechas de playa no es mala opción como segundo teléfono Android para los que prefieran no meter tu flamante smartphone en la arena. Basta con cambiar la tarjeta SIM e introducir la misma cuenta de Google para tener un clon listo para cumplir.

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