Aún si haberlo probado, creo que el Inkling de Wacom (169,90 €) es un invento genial.
Su funcionamiento es parecido a una tableta gráfica, aunque no exactamente igual: permite dibujar sobre cualquier papel con un bolígrafo de punta convencional, de bola.
Conforme se realizan los trazos un accesorio adicional va registrando los movimientos del bolígrafo -específico, que además es sensible a la presión-, que al final resultará en un archivo gráfico vectorial compatible con Photoshop, Illustrator o Sketchbook y otros formatos (JPEG, PNG, BMP, TIFF, PDF o SVG).
Durante el bocetado se puede pulsar un botón para ir creando capas en el archivo. Una vez finalizado basta con conectar el dispositivo al ordenador para transferir los archivos vectoriales al ordenador (Mac o PC).
(Vía CG Everything.)