Por Nacho Palou — 5 de agosto de 2016

Sony Xperia X Performance
Xperia X Performance en color lima oro.

El Xperia X Performance es el modelo más potente de la gama X de Sony. Se presentó en febrero junto a sus hermanos Xperia X y Xperia XA y salió a la venta hace unas semanas por 699 euros. Está disponible en blanco, en negro y en lima oro, el color del modelo de las fotos.

La principal diferencia técnica del Sony Xperia X Performance respecto al Xperia X está en que el primero incorpora un procesador más potente, un Qualcomm Snapdragon 820 con ocho núcleos. La batería del Performance también es algo mayor, 2700 mAh en lugar de 2620 mAh. El resto de características principales se mantienen iguales: 3 GB de memoria RAM y 32 GB de almacenamiento interno ampliables por micro SD (hasta 200 GB), conectividad 4G y Android 6 con una capa de personalización ligera y nada cargante.

Exteriormente el modelo de altas prestaciones sigue las mismas líneas y filosofía de diseño que el resto de modelos X, que a su vez heredan los mejores trazos de la atractiva familia Xperia Z a la que sustituye. El resultado es un diseño limpio y atractivo aunque ya visto. Si continuar el diseño anterior es una estrategia acertada o no es algo que decidirán los consumidores.

Sony Xperia X Performance
Con 5 pulgadas y cuerpo de aluminio el Xperia X Performance se puede sujetar y manejar perfectamente con una mano.

Consideraciones estéticas aparte, el Xperia X Performance es uno de los teléfonos más equilibrados y cómodos de sostener. Salvo por el detalle de la ubicación de los botones de volumen que están situados muy abajo en el lateral, cerca del botón para activar la cámara de fotos, por lo demás el tamaño, forma y reparto del peso de este móvil es sencillamente perfecto. También el acabado del aluminio en los laterales y parte posterior ayuda a sostener y utilizar este Xperia con una mano sin miedo a estrellarlo. Hasta que tienes que tocar el volumen.

Una diferencia de diseño importante a favor del Xperia X Performance respecto al resto de modelos —además de un muy ligero aumento en las medidas y en el peso— es su capacidad de resistir el agua y el polvo (categoría IP 68) que lo protege de posibles daños en caso de salpicaduras.

En teoría la categoría IP68 permite mojar el teléfono y sumergirlo hasta a un metro de profundidad, siempre que se trate de agua dulce; en caso de que el teléfono se moje con agua salada o agua con cloro, de piscina, es imperativo lavarlo bien después, con agua dulce y tan pronto como sea posible.

Sony Xperia X Performance
Se agradece que la bandeja para la tarjeta SIM y micro SD (de hasta 200 GB) se pueda abrir con la uña, sin la irritante necesidad de usar un clip o un «pincho».

Como es habitual con los móviles de Sony, uno de los aspectos más destacables del Xperia X Performance es la pantalla de 5 pulgadas Full HD con panel LCD IPS: es brillante, nítida y reproduce unos excelentes colores y negros gracias a la tecnología Triluminos y al motor X-Reality. Es posible modificar la configuración de X-Reality para para adecuarlo a los gustos personales, así como también ajustar el balance de blancos y la temperatura de color, dos opciones muy de agradecer.

La pantalla, por cierto, cuenta con una opción que permite y facilita su uso con guantes. También es posible desbloquear el teléfono tocando dos toques sobre ella.

Me ha gustado mucho la precisión de la superficie táctil, algo que se agradece especialmente al teclear. Pero de vez en cuando el sensor táctil puede mostrar un retardo o hacer algún extraño. Por defecto el teclado incorpora Swiftkey.

Aunque el Xperia Z5 Premium tuvo el honor de ser el primer teléfono móvil con pantalla de resolución 4K con una resolución de 3840 × 2160 píxeles en 5,5 pulgadas, el Xperia X Performance se tiene que conformar con 1080 x 1920 píxeles de resolución. Sin embargo esta del Xperia X Performance es de las pantallas más agradables que te puedes echar a los ojos.

Sony Xperia X Performance

La cámara del Xperia X Performance se mantiene en los 23 megapíxeles, 13 megapíxeles para la cámara frontal, pero estrena un sistema de enfoque híbrido, por contraste y por cambio de fase en el sensor. Este tipo de enfoque es una adaptación del utilizado por Sony en algunas de sus mejores cámaras fotográficas.

El resultado es un enfoque muy rápido y preciso y predictivo: basta con seleccionar un sujeto en la pantalla y el teléfono lo seguirá automáticamente —en fotografías y en vídeo, que graba a 1080p— para mantenerlo enfocado en todo momento aunque se muevan el sujeto o a la cámara.

El botón que da acceso a la cámara también sirve como botón de enfoque cuando se pulsa hasta la mitad, igual que en las cámaras «de verdad». De ese modo además es posible bloquear el foco y la exposición antes de reencuadrar la escena y facilita el uso del teléfono en el agua. Así los botones de volumen quedan liberados como disparador y disponibles para controlar el zoom.

Muy útil es, por cierto, la opción Touch Block que anula la función táctil de la pantalla. Esto es algo que resulta imprescindible cuando el teléfono se moja o cuando se mete en el agua, por ejemplo para hacer fotos. Cuando se moja la pantalla el agua interfiere con la superficie táctil y dificulta e incluso imposibilita el uso del teléfono. Volviendo a la cámara, los ajustes del modo manual son un poco limitados, pero el buen funcionamiento del modo automático superior resuelve prácticamente cualquier situación fotográfica habitual.

Sony Xperia X Performance
El Xperia X Performance se puede mojar «tal cual», sin andar comprobando la tapa del conector USB como en modelos anteriores.

Aunque les prestaciones del Xperia X Performance son superiores a las del Xperia X es la resistencia al agua del Performance la que más justifica la diferencia de precio de 100 euros entre ambos modelos.

No sólo por la tranquilidad que supone llevar un teléfono que se puede mojar y sumergir, sino también por las posibilidades fotográficas que proporciona esa capacidad. Desde hace años cuando llegar el verano siempre me aseguro de usar un teléfono resistente al agua, a la arena de la playa o al polvo del desierto por esos dos motivos, tranquilidad y oportunidades fotográficas. Y todavía mejor si además se añaden buenas prestaciones, una ingente capacidad de almacenamiento por micro SD y una buena cámara fotográfica, como en este caso.

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