Hoy se cumple un año desde que nuestro libro «Se suponía que esto era el futuro» llegara a las tiendas. Está ilustrado y tiene cubiertas amarillas. Aunque estamos convencidos de que resulta adecuado para todos los públicos. Y parece que los lectores coinciden:
Lo he comprado para mi hijo de 12 años. Cubre gran diversidad de temas de una manera sencilla y amena. Encantado mi hijo, encantado yo que también lo he leído.
– Michael Rojas
En un año pueden pasar muchas cosas. Pero como el libro recoge sobre todo algunas de las anotaciones más populares del blog a lo largo de su vida, la verdad es que ha envejecido muy bien, aunque pueda estar mal que lo digamos nosotros.
Estos son los títulos de los capítulos:
- Leyendas urbanas: más allá de la realidad
- Inteligencia artificial: el test de Turing y su estado en el siglo XXI
- Matemáticas: problemas fáciles de entender pero difíciles de resolver
- Mitos, realidades y futuro de la energía nuclear
- Emergencia climática: de no preocuparnos a catástrofe inminente
- Los nativos digitales no existen (ni nacen «enseñados»)
- ¿Cuál fue el primer ordenador de la historia?
- Algunas cosas que seguramente no sabías de la Estación Espacial Internacional
- El verdadero origen de internet
- Breve cronología de la era espacial
- La informática siempre ha sido cosa de mujeres
- Pseudociencias: engaños en los que cree la gente
- Hackers y crackers: cómo aplicar los conocimientos tecnológicos con responsabilidad
- Internet, la privacidad y el comportamiento civilizado en la red
- La pandemia que nos estropeó el futuro y cómo la ciencia nos salvó
Quizás el capítulo que peor lo haya hecho es la Cronología de la era espacial. Termina con la llegada de la Crew Dragon Endeavour a la Estación Internacional en la misión que marcó la entrada en servicio de la primera nave tripulada desarrollada por una empresa privada. Y desde entonces han seguido pasando cosas, aunque tampoco tantas.
En el otro extremo está el capítulo Mitos, realidades y futuro de la energía nuclear. La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha puesto en evidencia la enorme dependencia que tienen muchos países europeos de los combustibles fósiles rusos. Y lo poco preparados que están para prescindir de ellos a pesar de todas las sanciones que la Unión Europea ha aplicando a Rusia.
Para todas las edades. Buen libro y muy bien ilustrado. Ideal para regalar. Muy completo
Nos hace especial ilusión que llegue a cuantos más sitios mejor –ya ha habido avistamientos al menos en Chile, los Estados Unidos y México– así que si te animas a comprarlo, para leerlo o regalarlo, por nosotros encantados. Eso sí, recomendamos sin duda alguna adquirirlo en formato árboles muertos.