Por @Alvy — 12 de abril de 2023

En su misión por «inventar, romper y usar incorrectamente la tecnología», este divertidísimo hacker tuvo la genial idea de crear un sistema de reconocimiento visual capaz de interpretar sus gestos para convertirlos en pulsaciones de teclado. Como bien aclara al principio, hay sistemas mucho mejores y más optimizados, como la lengua de signos, pero el suyo es sin duda más original y divertido: el alfabeto semáforo.

En esencia, el alfabeto semáforo es un código de señales del siglo XIX que hoy en día no resulta muy práctico excepto cuando no funciona ningún otro método pero se mantiene una línea visual que permita interpretar unas banderolas o brazos. Tradicionalmente se usaba en barcos y en torres en lo alto de las montañas, así que en cierto modo tiene el mérito de ser un precursor de las comunicaciones.

Alfabeto del semáforo

El objetivo del creador de este software era poder teclear más o menos a la misma velocidad que se teclea en un móvil con dos dedos, que son unas 30 palabras por minuto (lejos de las 90 ó 100 palabras por minuto habituales al escribir con el teclado).

Para crear el software, disponible en Github como Semaphore usó OpenCV (Python) y la IA de detección de poses de MediaPipe, lo que permite examinar tanto la pose corporal como la de las manos y dedos en tiempo real. Esto es importante porque los gestos del «semáforo humano» son muy finos, por decirlo de alguna manera, lo cual incluye poder distinguir las minúsculas y mayúsculas (abriendo las manos y moviendo los dedos) y otras teclas y signos extra además de los números. También hay otros gestos divertidos como dar un saltito para repetir la última tecla y otros más obtusos para los modificadores del teclado (Opción, Control, etcétera).

El vídeo destila un muy fino y elegante buen humor, con un hacker convertido en una especie de Eva Nasarre haciendo aeróbic. Esto es porque el autor utilizaba letras de canciones para practicar (la primera letra de cada palabra) en pos de lograr «teclear» con cierta velocidad, lo cual acabó convirtiéndose en bailes, fallos y reintentos durante semanas si no meses probablemente.

Spoiler light: Sí, al final consiguió alcanzar las 30+ palabras por minuto que no está nada mal, además de que el «teclado humano» puede pulsar cualquier tecla, como las del cursor y otras, lo que permite usar el mismo método para controlar incluso videojuegos. Habrá que verlo para creerlo, pero dice que próximamente nos deleitará con otro vídeo.

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