Ken Shirriff, de quien conocemos otros proyectos como el estudio del chip de sonido de Space Invaders o el del Intel 8008 se ha entretenido explicar la ingeniería inversa del chip de sonido de la Game Boy Color, la famosa miniconsola que salió al mercado allá por 1998.
Shirriff utiliza un chip original de Nintendo llamado AMP MGB (IR3R53N) que examina al microscopio y en el que va enumerando cuidadosamente todos los componentes. En ese chip amplificador, que sirve tanto para el rudimentario altavoz interno de la Game Boy como para los auriculares, hay transistores NPN y PNP un poco diferentes de los de los microchips convencionales. Además de eso se ven resistencias y condensadores.
En total el chip en cuestión resulta tener unos 100 transistores, que es un número suficientemente reducido como para que se pueda tomar una foto del microscopio y trabajar con software especializado en reconstruir todos los componentes y pistas que los conectan, una por una. Con ello hay quien ha recreado luego un emulador de esos componentes por software para que se comporte igual que el chip original.
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