Por @Alvy — 17 de febrero de 2016

Open Furby

La idea es sencilla: conseguir un Furby de esos de nueva generación –que ya es un poco inquietante de por sí– y desmontarlo para programarlo. Estos chismes tienen un altavoz, micrófono, ojos que son pequeñas «pantallas», un pequeño motor y una CPU. Así que mediante una conexión USB en el lugar adecuado se convierten en «algo» programable. Y si se puede programar se puede conseguir que haga cosas interesantes.

En la página de Open Furby los hackers que están detrás de la idea explican que el proyecto permite conseguir una plataforma robótica y social con la que explorar a precio razonable las formas de interactuación entre humanos y robots.

Open Furby
Un Open Furby ya montado. ¿Adorable o maléfico?

Con 40 millones de estos chismes rondando por todo el mundo no debe ser fácil conseguir uno de segunda mano; nuevos están entre los 30 y los 80 euros (nuestro favorito, el reciente híbrido Furbacca = Furby + Chewbacca)

(Vía Tech Insider.)

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