Por @Alvy — 13 de abril de 2023

Este cruel pero a la vez cachondo invento de un hacker-inventor, Joel, es nada más que y nada menos que un teclado de piano «eléctrico» que suelta zascas no menos eléctricos cuando te equivocas al interpretar una partitura (o, más exactamente, la música expresada en vídeos con barras en movimiento al estilo Guitar Hero). Do - Re - Mi … Sol… ¡Zasca!, por decirlo de otro modo. En el vídeo se puede ver que los zurriagazos no son precisamente tibios, aunque la gente parece que se parte de la risa cuando los recibe.

Cada tecla del teclado está conectada a uno de los 96 relés que hay en total, y cuenta con un recubrimiento conductivo. Así que además de transmitir al equipo programable las pulsaciones también puede proporcionar como feedback los zascas apropiados. Estas dolorosas corrientes son una especie de «aprendizaje por refuerzo» un tanto cruel. Además es tan fino que los calambrazos no afectan a quien está interpretando las melodías, sino a cada uno de sus dedos individualmente. Dicen que así se aprende mejor.

La potencia de los shocks eléctricos es regulable; proviene de una pequeña máquina de esas portátiles como las que usan los fisioterapeutas para tratar ciertas lesiones. Osea, que puede definirse desde «suave cosquilleo» a «te va a picar que vas a saltar de la silla».

En el vídeo Joel lo prueba con amigos, con estudiantes de piano y con su profesora de piano, llegando a una conclusión: como herramienta de aprendizaje podría servir, pero claro, igual te demandan por daños físicos, así que no está muy claro que compense… ¡Mejor tomárselo con humor!

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