Esta maravilla fabricada por Richard Brewster que muestran en Spectrum es una recreación del primer flip-flop (biestable), uno de los circuitos básicos más importantes de la electrónica digital, que ahora cumple un siglo. Tal y como indica su nombre, es un circuito capaz de permanecer estable en uno de sus dos estados tras haber recibido una señal de control, manteniéndose así de forma indefinida. Es la forma más básica de «memorizar información», almacenar un 0 o un 1.
Los biestables se encuentran hoy en día dentro de los circuitos integrados: millones de ellos por centímetro cuadrado. Pero el diseño original fue concebido y patentado por William Eccles y F.W. Jordan en 1918, ahora hace cien años. Esta recreación no utiliza los tubos de vacío originales (que hace mucho tiempo que ya no se fabrican) sino unos similares llamados UX201A que aun así son casi igual de viejunos.
Junto con algunas resistencias y muchas pilas de diversos tamaños se obtienen los voltajes de 63 y 99V necesarios según los planos originales. Bewster dice que conseguir las lámparas tampoco fue fácil, y las conectó a dos relés de telégrafo (!) aunque también dice que en algunas partes ha habido que sacrificar fidelidad al original por practicidad. Pero funciona.