Por @Alvy — 5 de febrero de 2014
Cómo minar la moral de un diseñador fácilmente: enséñale degradados, textos absurdamente estirados o comprimidos, fotos e imágenes procedentes de colecciones de clip-arts…
Todo ello obviamente sin criterio ni mesura ningunos. Y, por supuesto, haciendo un uso aberrante de las tipografías – con especial énfasis de la ínclita y denostada Cómic Sans.