Por @Wicho — 14 de enero de 2012
Una niña malcriada, su peluche diabólico, y nuestra ex-azafata favorita suponen una combinación que seguro que te sacará más de una risa cuando leas Los W.C. del avión. El flush es el demonio.
Al final aquello de los vuelos «Niños free» de Ryanair igual no era tan mala idea ;-)