En AsapSCIENCE han revisitado esta otra clásica paradoja, llegando a la conclusión –tras el tradicional debate semántico/terminológico– de que el huevo existió antes que la gallina. Al menos, «técnicamente hablando»: quizá fuera un huevo de gallina, quizá un proto-huevo, pero bueno… era un huevo al fin y al cabo.
Resulta interesante que justo lo contrario es lo que había demostrado años antes experimentalmente Alice Shirrell Kaswell de Improbable Research enviando una gallina y un huevo por correo postal. La gallina llegó antes que el huevo, así que –ejem– «la gallina fue primero», al menos si aceptas retorcer el lenguaje lo suficiente.