«Johnny Dronehunter: Defensor de la privacidad». Y es que al igual que decíamos que cuando se acabe el petróleo el valor de un burro será extraordinario, pronto llegará en el momento en el mantener fuera del alcance de los numerati nuestros datos privados tendrá también un valor extraordinario.
Y… Bueno, quizá no sea necesario volar por los aires drones que cuestan una pasta con armas de gran calibre, pero esa idea distópica un poco a lo Mad Max no es especialmente «ficción», como estamos viviendo cada día.
Lo único que se nos hace un poco raruno a este lado del charco es que este vídeo es un anuncio publicitario de silenciadores para rifles. Pero bueno: quizá es también una buena muestra de cómo es esta era en la que nos ha tocado vivir…