Por Nacho Palou — 28 de febrero de 2018

Gav y Dan, The Slow Mo Guys, graban a cámara superlenta cómo un monje shaolín lanza con la mano una aguja y hace explorar un globo que está al otro lado de un panel de vidrio. Una habilidad todavía permanece entre el mito y la realidad.

Así que por supuesto que no faltan comentarios que ponen en duda la veracidad del logro. Se cuestiona, por ejemplo, si el del vídeo es vidrio de verdad o si en cambio es vidrio de arroz como el que se utiliza en los efectos especiales del cine.

También se pone en duda si más que atravesar el vidrio la aguja lo que hace es golpear el vidrio — y son los fragmentos de vidrio, y no la aguja, los que hacen que el globo explote. O como mucho es la punta de la aguja. Esto sí es lo que parece revelar el vídeo de The Slow Mo Guys, porque la aguja no llega a atravesar del todo el panel.

Hace años los Cazadores de Mitos trataron de comprobarlo y concluyeron que era un mito. Eso a pesar de que lograron resultados prometedores considerando que recurrieron a un lanzador de béisbol, quien hizo apenas un puñado de intentos.

Ya antes Wired hacía referencia a otro programa de televisión en el que años antes habían comprobado que lanzando la aguja lo suficientemente recta y fuerza suficiente para lanzar la aguja a 150 km/h sí era posible perforar el vidrio con una aguja de coser.

Sólo por si acaso, como dicen por ahí, es mejor salir corriendo incluso si ves a uno de esos monjes “con un fideo cocido en la mano.”

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