La gente del canal de ciencia divertida Beyond the Press se fue al laboratorio de la Universidad de Helsinki para tomar prestado por un rato su acelerador de partículas y enfrentarlo al indestructible Nokia 3310. ¿Qué pasaría cuando el chorrazo impactara contra el terminal? ¿Quedaría reducido a cenizas? ¿Se convertiría en un agujero negro?
Este es quizá uno de esos vídeos en los que se demuestra el mantra cientéfico de que «la cencia no se ace sola ahi que acerla» llevado a su máxima expresión: ciencia + risas. Las pruebas de laboratorio incluyen el bombardeo de protones contra el Nokia 3310, contra un muñeco protegido con un gorrito de papel de aluminio (ya puestos, a comprobar la leyenda urbana) y también contra un pepinillo que tenían por ahí. Una de las posibilidades hilarantes es que aquello convirtiera todo en un agujero negro, pero en ese caso como sabiamente dicen «no habría nadie aquí viendo el vídeo». Así que no hay problema.
La sala de control está llena de pantallas, lugar idílico para trabajar. Como explican, tienen que quedarse fuera de la sala principal durante la prueba «por si las radiaciones» que podrían hacer «cosas chungas» con sus cuerpos (de hecho al cabo de un rato parece que salta la alarma, aunque igual es una coña.)
Uno de los bonus de este vídeo es el descojono general por el inglés macarrónico que se gastan los presentadores; que además no paran de reírse. El pepinillo acaba con una radiación de 0,8 mSv frente a las 5 o 10 mSv que recibiría una persona al viajar en avión al cabo de un año, (así que sería incluso comestible, como los plátanos). El muñequito de plastilina queda bien protegido con el gorrito de papel aluminio, aunque no hay gran diferencia sin él. ¡Cosas de la cencia!
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