El amo del cotarro. ¡A ver quién lo supera!
La forma en la que funcionan este reCaptcha, más conocido como «No soy un robot» es bastante curiosa: Google desarrolló un sistema que captura diversos datos sobre cómo se comportan las personas ante el simple hecho de hacer un clic en un recuadro de la pantalla.
Esto incluye capturar los ligeros movimientos del ratón cuando se aproxima a la caja en la que hay que hacer clic y la propia forma de hacer clic y retirar el ratón – además de otros como la IP del usuario, las cookies y si es alguien «conocido» porque esté ya «logueado» en Google, etcétera. Es solo cuando todo esto falla o no está del todo claro cuando aparece una de las ventanas de un captcha tradicional, con imágenes de texto que hay que teclear o algo parecido.
Parte de este desarrollo lo utiliza Google también para detectar los clics fraudulentos en los anuncios, como es fácil imaginar – una auténtica plaga que han de combatir so pena de perder clientes y beneficios.
La efectividad del reCaptcha es muy alta, de ahí que el robotijo del vídeo chistoso tenga su mérito.
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