Guangyi Li ha recreado es una web esquemática cómo es su experiencia web hoy en día, lo cual incluye lo peor de lo peor, desde los anuncios fuera de lugar a los pop-ups abusivos, el disparo de las notificaciones, chats, ratings, contenidos prohibidos por regiones… Lo más granao, vamos.
Es un gran ejemplo de la mierdificación (enshittification), tal y como acuñó Cory Doctorow) a la que ha llegado la Web y (casi) todos los sitios que la habitan, a veces por derivas inevitables a veces por «cuestiones legales» o presiones de algún tipo. Es algo que no sólo se da en la web, también en apps de plataformas como Netflix, Twitter, Instagram o Amazon.
Nos hemos acostumbrado a vivir con ello, asimilándolo en la cultura de las compañías y entre las personas que deambulan por la red, «productos impresentables y odiosos, el resultado de pasar por el rodillo y la dictadura de los analistas, de los mercados y de la ambición desmedida», como dijo EDans.
Si consigues no ver todos los efectos en la web de Li es que no has navegado lo suficiente, porque es difícil pasar por alto algunas de estas sarcásticas modalidades de convertir todo en basura.
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