Podría considerarse que esta tabla periódica de las tablas periódicas es el culmen de todas las tablas de «elementos» tanto reales como imaginarios y divertidos: cada elemento apunta en realidad a otra tabla completa. Hay desde tablas con variantes de los elementos químicos clásicos a tablas de presidentes, elementos rechazados, tipografías, dulces, gatos y piezas de lego. Todo ello con sus correspondientes enlaces.
Pero hete aquí que algo quedó olvidado en esta tabla, algo que no puede ser ignorado y cuyas implicaciones van mucho más allá…
¡El Chucknorrio! Este elemento de número atómico 1.000 es un reciente descubrimiento que deberá ser integrado como buenamente se pueda en la historia de la ciencia y cuyas impactantes propiedades están todavía por descubrir en su totalidad. De momento, en la descripción de la camiseta que ya se puede comprar, cuentan de él que…
(…) Este elemento se ha movido siempre en las sombras, pacientemente, con el objetivo de llegar a lo más alto de la Tabla Periódica y acabar con la corrupción de los gases nobles, que forzaron deste tiempos inmemoriales a los elementos pesados a vivir con miedo, en vez de interactuando en armonía. Y esta vez… es algo personal.
(Vía Flowing Data + Un Mundo Libre.)
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