Por @Alvy — 24 de mayo de 2018

En este vídeo el zumbao de Kreosan, nuestro inventor ucraniano loco favorito, compara lo que sucede cuando se aplican un millón de voltios al mítico y ultrarresistente Nokia 3310 (el original, no el «renacido»). No se trata precisamente de recargarlo, sino simplemente «a ver qué pasa». Es uno de esos experimentos que llevan un gran ¡Niños, no intentéis hacer esto en casa! por razones obvias. [El doblaje es un poco penoso por la «sincronización», pero al menos hay subtítulos.]

El generador de corriente, apodado cariñosamente la silla eléctrica de un millón de voltios actúa como base sobre la que se ponen los teléfonos. Al Nokia 3110 empiezan a salirle rayos por todos lados –más visibles a oscuras– y empieza a «volverse loco» activando sus teclas de forma aleatoria. Llega incluso a mantener pulsada la tecla «1» durante un rato, lo cual como recordarán los más viejos del lugar equivale a la «llamada rápida» a un número preprogramado. El loco de Kreosan incluso prueba a llamarlo para que aparezca su número en pantalla (¡y funciona!) Toda una confirmación de la mítica resistencia del viejo terminal.

El smartphone moderno no acaba tan bien como el Nokia: aunque la electricidad se transmite de uno a otro a través del aire de forma bastante espectacular cuando sufre el voltaje la pantalla se vuelve loca para luego morir miserablemente. Y un móvil sin pantalla táctil no sirve de mucho. Así que, al hoyo.

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