Corría el año 1994 y Karl Sims, de la Thinking Machines Corporation, publicó un trabajo titulado Evolving Virtual Creatures [PDF]. En este vídeo del canal que lleva su nombre se puede disfrutar –con calidad muy de programa Metrópolis grabado en VHS– de cómo eran aquellos curiosos bichos matemáticos que evolucionaban en un mundo virtual. Supusieron todo un avance en la forma de entender cómo funcionaba todo esto, especialmente por lo atractivo de la visualización y con el mérito de hacerlo con la tecnología existente en aquella época.
En el vídeo se pueden ver criaturas bastante simples, formadas por bloques, en un sencillo mundo 3D que recuerda un poco a los escenarios de Tron. La simulación se realizaba con un superordenador como el CM-5 (Connection Machine), uno de los icónicos equipos con forma de cubo de la compañía. Las criaturas evolucionan de forma darwinista: pueden realizar tareas y moverse por tierra o agua; también se copian y combinan. Las que sobreviven mutan cuando se cambian algunas de sus instrucciones: si son mejores que sus antecesores, tienen un futuro.
En las simulaciones hay criaturas que tienen que realizar tareas como caminar, nadar, saltar, reptar, perseguirse o luchar para controlar un cubo verde. En algunos casos hay estímulos externos como una luz roja que deben seguir. En el trabajo es interesante ver cómo funcionan la idea de un «genotipo virtual» que da lugar a la morfología de los bichos y cómo se aplican las reglas evolutivas según unas probabilidades de supervivencia, tamaños de población y demás. Todo un documento histórico.
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