Por Nacho Palou — 8 de noviembre de 2016

Desarrollado en la Smart Production Lab de la planta que posee Volkswagen en Wolfsbur, este robot está diseñado para trabajar en colaboración con los humanos. Se trata de un robot industrial convencional al cual se le han añadido de sensores y software con los que es capaz de detectar la presencia de personas en sus proximidades y responder a gestos hechos por esto éstos.

El secreto del robot inteligente no está en sus brazos o agarres, sino más bien debajo del área de trabajo, donde Hackenberg y su equipo han instalado la unidad informática. Aquí, el sistema ROCK procesa ondas y gestos, calcula todas las secuencias de movimiento humano que graban los sensores alrededor del área de trabajo del robot y evalúa los resultados.

Una señal de Hackenberg es suficiente para detener el robot. Otra señal, y la máquina continúa trabajando o bien entrega componentes o herramientas. Tan pronto como Hackenberg se acerca al área de trabajo del robot, sin necesidad de hacer ningún gesto, la máquina automáticamente reduce su velocidad y maniobra para evitar cualquier posible percance.

De este modo cuando el robot detecta que se acerca una persona «lo tiene en cuenta, lo cual es un requisito fundamental para la interacción persona-máquina», explica Wolfgang Hackenberg. «Trabajadores y robots pueden ocupar el mismo espacio de trabajo sin ningún tipo de daño, y hasta pueden interactuar. Por primera vez, hemos sido capaces de conseguir cooperación directa entre personas y robots» de una forma que va más allá de los meros mecanismos de seguridad.

Fuente: Volkswagen.

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