Baby 3D es una impresora 3D portátil, pequeña y ligera —pesa poco más de un kilo—, que se puede transportar fácilmente y colocar sobre espacios de trabajo reducidos ocupando una superficie parecida a la de un cuaderno.
A pesar de su tamaño la Baby 3D funciona como una impresora 3D «de verdad», utiliza los mismos materiales de impresión y es compatible con el software abierto para impresión 3D. De hecho, el diseño de la impresora Baby 3D también es abierto, mediante licencia Creative Commons.
Por sencillez, tamaño y coste la Baby 3D está muy enfocada hacia los entornos educativos, jóvenes y autodidactas. La limitación en el tamaño de lo que es posible imprimir en la Baby 3D significa que la mayoría de los objetos que se pueden imprimir con ella se fabrican en cuestión de minutos, tiempo de sobras para imprimir en clase.
De momento Baby 3D está en Kickstarter, donde esperan conseguir los fondos suficientes para fabricar la impresora en forma de kit —por menos de 250 euros— o ya ensamblada, algo más cara pero lista para enchufar.
