Por Nacho Palou — 7 de abril de 2016

El método de impresión 3D de robots desarrollado por el CSAIL del MIT tiene la particularidad de que consigue, en una misma y única tarea de impresión, completar un pequeño robot que combina partes sólidas y partes móviles y también materiales flexibles y líquidos, algo que los investigadores han denominado «hidráulica imprimible».

El método ha permitido a los investigadores fabricar un robot completo que básicamente y cómo quien dice podría salir caminando de la impresora 3D — a falta de colocarle la electrónica y las baterías.

El robot del vídeo es una demostración de la idea desarrollada por los investigadores. Es capaz de desplazarse gracias a una docena de pequeñas bombas hidráulicas que forman parte del robot desde el momento de la impresión, con las partes móviles, las partes flexibles y el líquido interior.

Un mismo cabeza con distintos materiales permite usar y depositar simultáneamente diferentes materiales. El líquido se va depositando capa por capa del mismo modo que hace la impresora con el resto de materiales —en este caso, como haría un impresora de inyección de tinta—, excepto que el líquido no se endurece y en cambio queda atrapado en el interior de las bombas hidráulicas.

A pesar de la complejidad y minuciosidad que requiere imprimir simultáneamente con material sólido y material líquido —de un modo tal que no interfieran unos con otros—, el método desarrollado por el CSAIL simplifica otros procesos similares de impresión 3D combinada.

Una vez impreso el robot, un motor eléctrico hace girar un cigüeñal que bombea el líquido entre unas y otras patas del robot provocando su desplazamiento, «aparte del motor y de la batería, todos y cada uno de los componentes del robot se han fabricado en un mismo paso, sin necesidad de montar ni ensamblar piezas».

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