Esta vivienda es obra del arquitecto polaco Robert Konieczny y está situada a las afueras de Varsovia.
Llamada muy apropiadamene Safe house (Casa segura, 2011) la residencia tiene una serie de paneles y muros móviles que, en caso de necesidad —léase, si se da algún episodio apocalíptico o un ELE— cambian de posición para cerrar por completo la construcción, cubriendo la fachada y bloqueando puertas y ventanas con muros de 45 cm de grosor — usando un generador eléctrico propio para sortear cortes en el suministro eléctrico y cosas así.
En la finca hay una piscina cubierta con un solario en la parte superior a los cuales se accede mediante una rampa, lo cual permite —llegado el caso— darse un baño y tomar el sol aunque el jardín esté invadido por caminantes o zombis de los que no saltan.
Tal y como explica el arquitecto, «la prioridad del cliente era la de sentirse totalmente seguro en su casa (...) lo cual obligó a aplicar soluciones técnicas complejas» para mover paneles y muros de 2,2 metros de alto y hasta 22 metros de largo. Como dicen por ahí, es la casa perfecta cuando tienes mucho dinero y odias a la gente.
Vía Si / Dezeen.