Esta vivienda, llamada simplemente Casa Giratoria, es propiedad del inventor Al Johnstone, quien la construyó desde cero en La Mesa (San Diego, California) tras adquirir los terrenos con su mujer en el año 2000. Ahora está en venta (430 m², 3,5 baños, 4 dormitorios, 2.400 m² de parcela) y Tom Scott hace una visita junto con el ingenioso inventor para explicar los intríngulis del «cómo funciona por dentro» un edificio tan peculiar.
Y es que, si lo piensas, la cosa es más complicada de lo que parece. No solo porque para mover la vivienda se necesita cierta potencia y un complicado mecanismo, que además deben ser fiables con el paso del tiempo, sino por otros «pequeños detalles». ¿Cómo haces para empalmar las tuberías y cañerías con el exterior? ¿El agua corriente, la electricidad, la fibra?
En cierto modo todo en esta casa parece un problema medio ingenieril, medio geométrico. Para resolver el problema del movimiento hay un motor de 5 CV, pero utiliza una reducción 25:1 y engranajes de unos 40 cm, capaces de mover una tonelada y media. La zona de la vivienda, de 15 metros de diámetro, puede rotar completamente 360 grados en 45 minutos. Lo importante aquí es que es toda la casa lo que rota, no solo el suelo como en otro tipo de edificios. Para entrar y salir, se levantan unas pequeñas puertas que hay en la barandilla.
El problema de las canalizaciones y cables es harina de otro costal. Idealmente, podría usarse un solo canal en el eje central (por ejemplo la toma de agua) pero el asunto es que hay varias de esas canalizaciones: aguas sucias, gas y electricidad, además de otros cables independientes como la conexión a internet. Como no todos pueden estar exactamente en el eje central de forma simultánea, si se rodearan unos a otros acabarían «retorciéndose» y rompiéndose con los giros.
La solución es tan ingeniosa que Johnstone llegó a patentarla y Scott ha tenido que utilizar infografías para explicarlo; ni siquiera así le resultó fácil de entender. Es una especie de pieza canalizada con varios surcos y agujeros que se interconectan de diversas formas, de modo que permiten pasar las aguas o el gas por un solo sitio y de forma segura. La electricidad es harina de otro costal, pero más sencillo de resolver; se consigue con una conexión de cepillos metálicos y un anillo de cobre, como en los tiovivos.
Uno de los problemas que tienen con la venta de la casa es que es una vivienda difícil de entender, pues aunque el mantenimiento es engrasar y poco más tiene muchísimos componentes nada estándar y mecánicamente un tanto complejos. Tardaron 4 años en construirla