Por @Alvy — 5 de febrero de 2019

Este sistema graba los datos de todos los componentes y le dice al ordenador principal de la Estación Espacial que «no está ardiendo» una vez por segundo, porque es muy importante no estar ardiendo en el espacio (…) Perdonadme que insista pero, de verdad, es que no sabéis lo importante que es no estar ardiendo en pleno espacio.

– Brad Luyster
Techshot / LVL1 Hackerspace

Brad Luyster explicó en esta charla de la Hackaday Supercon cómo construyeron la primera «centrifugadora de dos motores multiuso» (Multi-use Variable-G Platform, apodada MVP) que se ha utilizado en la Estación Espacial Internacional (ISS). Lo cual no sería más que la explicación del diseño y construcción de un «aparato raro» si no fuera porque lo interesante es que hay que diseñarlo para que funcione en microgravedad y para que resista todo tipo de problemas y situaciones excepcionales propias de una estación espacial, un entorno poco común, cuando menos.

Dado que lleva dos potentes motores la centrifugadora se mueve y vibra y puede hacer vibrar a otros aparatos que tenga cerca, así que hay que mantenerla bajo control para que no afecte a otros experimentos. A todas las dificultades imaginables de por sí hay que añadir que además quienes lo manejan son astronautas y no necesariamente los «mayores expertos» en ese tipo de aparatos en concreto. Así que debe ser a prueba de fallos y fácil de usar.

El hecho cierto es que si este «invento» se descontrola o se comporta demasiado mal podría potencialmente acabar destruyendo una estación espacial de 100.000 millones de dólares –y quizá unas cuantas vidas– algo que nadie desea. Por esta razón por ejemplo el dispositivo tiene una interfaz con el ordenador de vuelo principal de la ISS, para recibir y enviar datos como un ping del tipo «no estoy ardiendo» una vez por segundo. Qué mejor forma de mantener la emoción.

MPV / Experimentos IIS

La centrifugadora puede generar entre cero y dos G y tiene espacio interno para seis experimentos: biología, experimentos con huevos, con animalicos como moscas de la fruta, materiales como nuevos tipos de cemento y cosas así. La ISS es un lugar único en el que hacer experimentos en microgravedad; simplemente no hay un lugar igual en la Tierra.

La empresa en la que trabaja Luyster no es precisamente gigantesca como la NASA ni tan poderosa como SpaceX. Dice que su trabajo es más bien «un poco de hackers» y que tuvieron que encontrar soluciones ingeniosas a muchos problemas: el control de temperatura, el sistema para mantener todo en equilibro entre otros y cómo comunicar todos los componentes: usaron el estándar USB. También vieron que la mejor opción era desarrollar una arquitectura completamente modular para poder trabajar cada parte por separado y sobre todo ponerle un puerto de depuración a cada módulo, con el fin de poder probar y analizar los fallos y encontrar los bugs sin demora.

Además de los divertidos detalles del vídeo hay también un artículo en Hackaday resumiendo algunas otras ideas de este interesante proyecto: The Thrill of Building Space Hardware to Exceptionally High Standards (La emoción de construir hardware espaciales con estándares excepcionalmente altos). Todo un proceso sencillamente apasionante.

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