Esta catarata artificial está instalada en el edificio Liebian, en la ciudad china Guiyang, pero al parecer no se utiliza mucho debido al coste de la factura eléctrica: una hora funcionando cuesta unos 100 euros, así que se enciende de vez en cuando —en días festivos— y durante no más de 10 o 20 minutos cada vez.
Según KanKaNews (vía Oddity Central) los depósitos de agua situados bajo el edificios tienen cuatro plantas de profundidad.
En esos depósitos se recoge el agua y desde ellos se vuelve a elevar usando bombas eléctricas para indignación de algunos, que opinan que es una idea "terrible" y que "se trata de conservar la energía en lugar de derrocharla."