Por @Alvy — 22 de agosto de 2016

Algunos de los frenos de disco de bicicleta son tan eficientes que soportan frenadas a velocidades extremas. Eso sí:generan tal recalentamiento en los materiales que acaban poniéndose al rojo vivo y soltando llamas. En el vídeo, a partir de 02:30.

Eso sí: conducir una bicicleta a esa velocidad es algo «extremo»: según se puede ver en el vídeo se producen humo y llamas cuando el freno actúa un rato a 800 revoluciones por minuto. Para la circunferencia de una rueda de 26" eso equivaldría a recorrer unos 1.736 metros por minuto, es decir: 104 kilómetros por hora.

Hay récords de ese tipo y más en descenso en nieve e incluso entre algunos ciclistas extremos que se lanzan sobre tierra desde lo alto de volcanes alcanzando los 172 km/h. Pero en un descenso convencional es tan extraño como peligroso que se vean velocidades superiores a los 100 km/h – aunque se han dado casos como el de Lars Boom en un Tour de Francia al que se midió bajando a 109 kilómetros por hora. La velocidad promedio de una carrera de este tipo es de unos 40-42 km/h.

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