Por @Alvy — 6 de julio de 2023

Me he topado con esta megaconstrucción llamada The Sphere Vegas, un edificio construido en el resort del Venetian que se anunció en 2018 y se inauguró ayer con un gigantesco espectáculo muy propio para el 4 de julio, Día de la Independencia de los Estados Unidos.

La (semi)esfera mide 112 metros de altura y 157 de diámetro, porque parece estar «medio enterrada» bajo el nivel del suelo, creando un efecto muy curioso. Es como si la mismísima Luna hubiera bajado hasta tocar la Tierra.

Según he podido leer el edificio está lleno de ecuaciones (muchas sin duda de relleno); pero básicamente es como una gigantesca esfera con asientos y suites para 18.600 personas, que quedan rodeados de 15.000 m² de paneles LED de 19.000 × 13.500 píxeles cada uno y 168.000 altavoces, además de asientos hápticos, efectos de viento y «simulaciones atmosféricas» para crear un entorno más inmersivo que la realidad misma. Imagina ver una peli de Christopher Nolan ahí.

Además de eso el exterior está cubierto por 54.000 m² de paneles LED paneles que pueden proyectar cualquier imagen, creando así un espectáculo callejero sobre la ciudad de las luces de lo más variado. Habría que ver las facturas del Iberdrola local, que no deben ser moco de pavo. Y al parecer el coste de su construcción ha superado los 2.000 millones de dólares.

Un equipo liderado por la arquitecta Cristina Simón del estudio de Miguel Fontgivel en Zaragoza ha sido el encargado del diseño de las pantallas interiores y exterior del espectacular edificio.

En The B1M, un gran canal de ingeniería, tienen este vídeo sobre su diseño y construcción con muchos más detalles e incluso algunos planos.

La idea es que el lugar sirva como inspiración para todo tipo de artistas y vender carísimas entradas (las más baratas están entre los 50 y 130 dólares). Ha abierto la veda el cineasta Darren Aronofsky y luego llegarán U2 con el UV Achtung Baby (¡cuidado con la tarjeta de crédito, Wicho!) y probablemente muchos más. No me quiero ni imaginar cómo podría ser un buen concierto de Jean-Michel Jarré, Mike Oldfield o Jeff Wayne en un lugar así; Salivando me quedo sólo de pensarlo.

Además de sus colosales dimensiones y última tecnología, para evitar estar allí encerrado y no poder mandar una buena foto a Instagram cada asiento lleva una conexión a internet de alta velocidad. Algo tan apropiado como tecnológicamente necesario en los tiempos que corren.

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