SpaceX, la compañía espacial de Elon Musk, ha solicitado oficialmente a la FCC permiso para lanzar 11.943 satélites de órbita baja con idea de crear una gigantesca red que rodee nuestro planeta y proporcione comunicaciones de banda ancha en cualquier lugar del mundo con una capacidad de transferencia de 1 Gbps aproximadamente por usuario.
La versión original de la propuesta era de «sólo» 4.425 satélites. Teniendo en cuenta que se calcula que hay algo más de 13.000 satélites orbitando la tierra (de los cuales sólo están en funcionamiento unos 3.500), el proyecto de SpaceX prácticamente duplicaría el número de chismes que dan vueltas a la tierra en todo momento.
La órbita baja se sitúa a unos 2.000 km de altitud; entre sus ventajas está que la latencia de las comunicaciones es más baja, lo que permite usarlos sin demasiado lag, algo importante para las conexiones de datos o voz. En palabras de Musk, una red de este tipo haría posible una especie de internet espacial que buena falta va a hacer en el futuro.
Los más beneficiados serán los países y lugares donde las conexiones de este tipo resultan más complicadas y las áreas rurales a las que no llega la banda ancha adecuadamente.
Realacionado:
- La Estación Espacial Internacional estrena acceso a la web (se conectó a esta red en 2010: más vale tarde que nunca)