GeoCities era un sitio web surgido en 1994 en el que gente creaba y alojaba sus páginas personales. Como aquello de la World Wide Web era relativamente nuevo, lo divertido es que nadie tenía mucha idea de qué hacer o cómo hacerlo. De todas partes surgían ideas locas sobre cómo combinar texto, imágenes y música, añadir GIFs animados o letreros de «en construcción». Todo valía: ¿Texto amarillo fosforito sobre rosa claro? ¿Páginas con menús infinitos? ¿Un festival de luz y color que podría dañar cualquier retina?
En GeoCities, como he leído por ahí, es «donde se perdía la virginidad con el HTML». El servicio fue adquirido por Yahoo en 1999 y por ende moriría años después.
El caso es que ayer estuve escuchando The Lost Cities of Geo, el episodio 420 del estupendo y siempre recomendable podcast 99% Invisible de Roman Mars, donde se habla de esos primeros tiempos de la web y en especial de GeoCities y esa cultura de los primeros pasos por un mundo indómito y salvaje. Para situarnos, este vídeo da una buena idea de cómo era la Web en sus comienzos; data de 1993 y de hecho fue el primer reportaje de la CNN en el que se mencionaba «la World Wide Web».
Gran parte del episodio del podcast está dedicado precisamente a lo que sucedió cuando Yahoo anunció el cierre de GeoCities, incluyendo entrevistas con varios de sus «habitantes». Por aquella época el Archivo de Internet ya existía y Jason Scott, uno de sus arqueólogos digitales, hizo un llamamiento a la desesperada para intentar salvar lo que se pudiera archivando todas las páginas posibles antes del cierre. Junto con casi 300 voluntarios –que se autodenominaron el Archive Team– se repartieron los «barrios» de la ciudad virtual para rastrear todas las páginas posibles, descargando páginas, imágenes y sonidos (supongo que también algún vídeo, aunque no había muchos en aquella época).
En total cuentan que archivaron cerca de un terabyte (1000 gigabytes), una barbaridad para la época. GeoCities fue su primer gran proyecto de rescate, que difundieron en la red mediante el protocolo BitTorrent para quien quisiera descargarlo y guardarlo. Más adelante crearon una lista de sitios web moribundos, que ha ido creciendo con los años. Scott sigue trabajando en Archive.org; la Wayback Machine que rastrea y archiva toda Internet «por si acaso» sigue funcionando y acumulando petabytes.
Proyectos como DeletedCity [ojo: tarda en cargar], Cameron’s World, OOCities.org o The Geocities Gallery han restaurado de forma artística lo que era originalmente GeoCities a partir de las páginas rescatadas. Otro que no hay que perderse es One Terabyte of Kilobyte Age, con infinidad de capturas de aquellas páginas.
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