Por @Alvy — 26 de abril de 2013

Si tienes un servidor de algún tipo, mejor que no te suceda nunca esto: un ataque DDoS, uno de los más letales que hay en la Red. Básicamente consiste en la saturación de un servidor (en el vídeo, a la derecha: /vlc/2.06/…) con miles y miles de peticiones aparentemente «normales» hechas desde distintas direcciones de Internet (izquierda).

El resultado es una sobrecarga tan colosal que hace que los servidores atacados no pueda responder a tamaño volumen de solicitudes. Las empresas afectadas o los servicios de alojamiento suelen desconectar los servidores atacados para evitar problemas con otras máquinas cercanas y poder sobreponerse.

Lo peor es que aunque existen soluciones técnicas no hay una forma fácil y sencilla de parar un DDoS, ni siquiera para las grandes empresas: casi todas las fórmulas involucran una combinación de cortafuegos, routers y software «defensivo» que suele ser caro o complicado de mantener y administrar. Muchos servidores atacados optan por rendirse y morder el polvo, esperando tranquilamente a que «pase la tormenta» al cabo de unas horas o días.

Los ataques DDoS que matan casi instantáneamente a muchas webs suelen deberse a cabreos mayúsculos contra alguna empresa u organización tras algún suceso importante, por cuestiones comerciales o especulativas y, cómo no, también por motivos políticos – de hecho son un arma relevante en toda ciberguerrilla para causar el caos en el adversario. Entre los sitios populares que han recibido últimamente este tipo de ataques están WikiLeaks, Mt. Gox (mercado de bitcoin) o este reciente a VideoLAN (desarrolladores de vídeo VLC) que fueron los que han grabado y facilitado el vídeo que encabeza esta anotación.

(Vía Geek.com.)

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