Supongo que a estas alturas ya debería estar acostumbrado, pero hace unos días comprobé una vez más que lo del comercio electrónico en España sigue siendo una especie de coña marinera.
Estaba buscando algún viaje para este verano cuando di con un combinado que me pareció interesante en la web de CiberViaxes, la agencia de viajes de Caixa Galicia, aunque me mosqueó bastante que la única forma de ver esa web con mi Mac fuera usando Microsoft Explorer bajo VirtualPC; por si esto fuera poco me encontré que la web de esta gente no distingue adultos de niños a la hora de dar precios.
Aún así me decidí a visitar una de sus oficinas para que me dieran los precios en persona.
Una vez allí, le comenté a la chica que me atendió que había visto un combinado Copenhague/Estocolmo que me interesaba en su web y que si me podía dar precio para dos adultos y dos niños.
Ella se mostró un poco extrañada, pues por lo visto los viajes a Escandinavia suelen incluir visitas a los fiordos y el combinado que yo le comentaba no le sonaba, así que me preguntó entonces si sabía con qué mayorista era el viaje.
Yo le dije que no, pero que estaba en su web, suponiendo que lo consultaría en el ordenador que tenía delante, aunque para mi sorpresa en lugar de eso se puso a buscar en folleto tras folleto, sin dar con la información que yo le pedía.
Entonces volvió a preguntarme si no recordaba el mayorista, y yo le volví a decir que no, y que incluso me daba la sensación de que en la web no lo especificaba, pero en esta ocasión, supongo que porque al final miré extrañado para su ordenador, me explicó por qué estaba buscando en los folletos: desde sus ordenadores no tienen acceso a Internet y por tanto no pueden acceder a su propia web.
¿Sorprendente?
Como ya decía al principio, a estas alturas creo que ya no, pero desde luego la agencia hace poco honor a su nombre.